"Necesitamos que haya viabilidad", dijo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una entrevista con el canal de televisión ABC. "Viabilidad significa que todos los aspectos de las compañías necesitan ser examinados para que haya garantías de que pueden sobrevivir en el largo plazo", agregó.

GM, Ford y Chrysler presentaron la semana pasada ante el Congreso pedidos de financiación y líneas de crédito que en total alcanzan los 34.000 millones de dólares.

El borrador del programa detalla que habrá préstamos para las firmas este mes, pero descartó finalmente la creación de la figura de un "zar de los autos" que controle la operación de las empresas.

Además le da a las tres automotrices del país tiempo hasta el 31 de marzo para presentar un programa de reforma que garantice su supervivencia, lo que deja las grandes decisiones en manos de Barack Obama, que asumirá la presidencia del país en enero.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que para obtener ayuda federal, tanto los ejecutivos, como los trabajadores, accionistas, vendedores y otros involucrados en el negocio automotor deberán hacer grandes concesiones.

El plan también permite al Gobierno tener acciones comunes, sin derecho a voto, o preferidas en las compañías y fija que el interés de los préstamos será del 5% durante siete años y luego subirá hasta un 9%.

La industria enfrenta un futuro incierto en Estados Unidos y en el mundo entero debido a la profunda caída de las ventas por el endurecimiento de las condiciones crediticias y la falta de confianza de los consumidores.

Ford Motor dijo que reduciría a la mitad su producción en Rusia por un mes a partir del 24 de diciembre, al tiempo que Daimler AG anunció que su principal planta en Alemania acortaría su semana laboral durante tres meses.

General Motors utilizó un anuncio en un diario para pedir perdón a los consumidores por sus fracasos, y un alto ejecutivo de la empresa sostuvo que la necesidad de efectivo para su compañía, Ford y Chrysler es "urgente".