No obstante, serán los parlamentos nacionales los que tengan la última palabra.
En la actualidad, este tipo de supervisión sólo se usa con los países rescatados: Grecia, Portugal e Irlanda.
El Ejecutivo comunitario presentará también tres opciones para la emisión de eurobonos pese al fuerte rechazo que esta iniciativa suscita en países como Alemania o Finlandia y también en el Banco Central Europeo (BCE).
Berlín teme que esta medida encarezca sus costes de financiación y elimine los incentivos para hacer reformas en los países con problemas.
Anticipando la entrada en vigor de la nueva legislación, Italia ha aceptado ya someterse a la supervisión de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque no está recibiendo asistencia financiera.