El 'holding' que aglutina a las principales bolsas españolas puso hoy de manifiesto las consecuencias que pueden tener estas operaciones, que comportan "amenazas" para la recuperación económica y su consistencia, y que puede tener "impacto negativo" en el mercado de deuda corporativa por el "drenaje" de fondos que comporta.

BME publicó hoy el informe anual de renta fija correspondiente al ejercicio 2009 y en él también señala que las elevadas emisiones también pueden generar "distorsiones" en el mercado de renta fija.

No obstante, el informe resalta que el objetivo principal en los mercados de deuda y en todos sus segmentos es la recuperación de la confianza, y defiende que mientras ésta no llegue definitivamente no se podrá hablar de una plena normalidad en estos mercados, ni de una actividad "consistente y sostenible".

El volumen vivo correspondiente a las emisiones de renta fija admitidas a negociación en los distintos mercados españoles a cierre de 2009 ascendió a cerca de 1,38 billones de euros, de los que cerca del 39% correspondía a deuda pública y el resto a deuda privada.

El mayor volumen corresponde al mercado AIAF de renta fija, con más de 870.000 millones de euros, en su mayoría emisiones de deuda privada y, más concretamente, emitidas por entidades financieras o titulizaciones de las mismas.

Sin embargo, en 2009 el volumen de deuda pública, debido a las emisiones con aval del Estado, aumentaron su peso en el total en nueve puntos porcentuales. El número de referencias totales en circulación era de 4.113 a 31 de diciembre.

Por otro lado, BME asegura que tras un arranque de intensa actividad, se mantienen en 2010 muchas de las incógnitas

que pesan sobre los mercados y sobre la economía en general, fundamentalmente, respecto de la sostenibilidad y la intensidad de la recuperación económica.

NO HABRÁ SUBIDAS DE TIPOS.

En relación a los tipos de interés, el informe asegura que los tipos continuarán en 2010 en niveles similares a los de 2009 a pesar de las dudas y controversias que se han generado respecto a su posible elevación, así como sobre el momento en el que iniciarán una

senda alcista.

Asimismo, señala que los riesgos que entrañaría una prematura elevación de los tipos de interés son excesivamente altos y podría tener graves consecuencias para la recuperación económica, así como para los mercados de crédito, máxime cuando las presiones de los precios sobre los tipos son aún casi inexistentes.

El informe cree previsible que el BCE y la Fed aguardarán a verificar "signos sólidos de una recuperación duradera y sostenible" para llevar los tipos de interés hacia una senda ascendente.