Hoy se ha admitido a negociación en BME la emisión de un nuevo bono de Inmobiliaria Colonial a 8 años por importe de 500 millones de euros con cargo al programa que registró en noviembre de 2018 por importe de 5.000 millones de euros. Esta emisión es parte de un proceso de compra de deuda por 300 millones de euros y sucesiva emisión de bonos que ha permitido a Colonial alargar los plazos y reducir su coste financiero. La emisión tiene un importe unitario de 100.000 euros y recibió una demanda superior a los 1.700 millones, por lo que se rebajó su tipo de interés hasta el midswap a ese plazo más un diferencial de 170 puntos básicos. La horquilla inicial del spread oscilaba entre los 195 y los 200 puntos, pero finalmente el cupón se fijó en el 1,350%.

La compañía ha contado con la participación del BCE en la emisión puesto que dispone de un rating de BBB+ por parte de S&P (dos escalones por encima del mínimo requerido).

Colonial dio mandato da colocación en esta emisión a un sindicato de Joint Bookrunners formado por BNP Paribas, Caixabank, Crédit Agricole CIB, Deutsche Bank Aktiengesellschaft, Natixis, Banco Sabadell, Bankinter, Barclays Bank, BBVA, JPMorgan Securities, Mediobanca, Morgan Stanley, Merrill Lynch International, Natwest Markets y Société Générale. Freshfields Bruckhaus Deringer ha asesorado al emisor en relación con la legislación española e inglesa, Ramón y Cajal Abogados sobre la legislación española y Clifford Chance a los Dealers sobre la Ley española e inglesa.

“Estamos muy satisfechos con esta operación y esperamos que otras compañías se animen a registrar sus emisiones en España”, señala Jorge Yzaguirre, director de Mercados y Market Data de BME.

Inmobiliaria Colonial fue la primera entidad del IBEX 35 que repatrió sus emisiones de renta fija tras las medidas adoptadas por la CNMV y BME a finales de 2018 para incentivar las emisiones en España, a las que también se ha sumado otras empresas relevantes como Endesa o AENA.