El experto del Banco de España constató que "la economía española ha entrado en una fase clara de desaceleración del crecimiento del crédito", sobre todo el concedido a las familias más que a las empresas.Puntualizó que esta tendencia de desaceleración de préstamos comenzó en 2006, antes de la aparición de las turbulencias financieras derivadas de las crisis de las hipotecas basura originada en Estados Unidos, y que se acentuó a lo largo del año pasado."Las tasas de crecimiento del crédito aún son elevadas, pero están convergiendo con las tasas de crecimiento nominal de la economía, mientras que antes, más que lo duplicaban y triplicaban", señaló el director de estudios del instituto emisor."Se está produciendo un encarecimiento de la financiación por la traslación de los tipos de interés, y los bancos están endureciendo los créditos porque los riesgos son mayores, pero no parece que las dificultades de financiación de los mercados determinen una restricción en la concesión de créditos", insistió.Los bancos españoles registran "cero" dificultades para encontrar liquidez y están realizando colocaciones de deuda con éxito, dijo Malo de Molina, quien prefirió no aventurar en qué posición se encontrará la banca española si las turbulencias financieras se prolongan más de lo previsto. "El mundo será distinto si estas turbulencias duran mucho, para España y para todos", sostuvo.El experto recordó que el Banco Central Europeo ha subido los tipos de interés desde 2005 a junio de 2007 en dos puntos porcentuales, hasta el 4%, un encarecimiento del precio del dinero que los bancos han ido trasladando a los préstamos a familias y empresas.Malo de Molina explicó que, en general, en el sector financiero "subsiste el problema de falta de confianza y dudas" sobre la eventual aparición de turbulencias desconocidas, lo que definió como una "actitud de valoración fuerte de los riesgos en las transacciones".Mayores inyecciones de liquidezEn este sentido, confió en que las inyecciones de liquidez al mercado que realizan los principales institutos emisores del mundo desde el pasado verano contribuyan a restaurar la confianza, operaciones que ahora se llevan a cabo por mayor cuantía y a mayor plazo.A su parecer, los bancos centrales han reaccionado "con claridad, dando señales de que no hay ningún problema inmediato", y "se va avanzando en la dirección adecuada de ir reduciendo esos temores", aunque estas iniciativas "no están teniendo todavía el grado de efecto deseado".Aunque eludió hacer pronósticos sobre la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), Malo de Molina incidió en que el nivel actual de tipos de interés es "adecuado" teniendo en cuenta las tensiones inflacionistas persistentes y la necesidad de evitar que generen efectos de segunda ronda.Subirá la morosidadSobre los efectos del ajuste del sector inmobiliario en España sobre el sector financiero, Malo de Molina estimó que "sin duda" provocará un aumento de la morosidad en los bancos, más vinculada al sector promotor e inmobiliario que a las hipotecas de las familias.No obstante, el director de estudios del insituto emisor incidió en que España cuenta con niveles de mora históricamente bajos en comparación con otros países, por lo que "existe margen" para un cierto deterioro de la calidad de activos bancarios.En esta sentido, Malo de Molina sostuvo que los bancos españoles cuentan con "numerosas lineas de resistencia" para resolver la mayor tasa de morosidad prevista, entre las que citó las elevadas provisiones impuestas "con fortuna" por parte del Banco de España, y sus buenas cuentas de resultados."Los bancos tienen un exceso de provisiones que les permiten absorber fuertes incrementos de la morosidad, y un nivel de generación de beneficios y capitalización. Están en condiciones de afrontar el aumento de la morosidad", recalcó.