Todas estas titulizaciones no se colocan en el mercado, sino que se quedan en el balance del banco para su eventual utilización como respaldo a su línea de liquidez, de modo que pueden ser utilizadas en el momento que estime oportuno como colaterales para acudir a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), práctica a la que la entidad no ha necesitado recurrir ni en los momentos de mayores turbulencias, ni siquiera tras la quiebra de Lehman Brothers.


Gracias a esta política, en la actualidad,
BBVA dispone de una cartera "masiva" de activos líquidos de más de 50.000 millones de euros en bonos que no están siendo utilizados como colateral ante la institución monetaria europea, en un momento en el que parecen relajarse las tensiones de liquidez gracias a las medidas de choque de los gobiernos y autoridades monetarias para hacer frente a la crisis. 

Interpretación del mercado

En el mercado se interpreta esta nueva titulización de BBVA como un signo más de su "enorme fortaleza" que viene a ratificar las declaraciones del consejero delegado de la entidad, que definió a BBVA como el banco con más liquidez de Europa.

Los expertos consultados apuntaron que el hecho de que las entidades españolas aumenten las emisiones de titulizaciones es una señal de "prudencia", ya que permite "acumular un colchón en el caso de que sea necesario acudir a la financiación al BCE en un futuro.

En concreto, precisaron que muchas de las emisiones de titulizaciones que se realizan se mantienen en balance, de forma que no toda la emisión se utiliza para obtener financiación del BCE, aunque sí permite acudir a este sistema en el caso de que sea necesario.