El sector financiero es el origen de la crisis que rompe los cimientos del modelo económico mundial. Es cierto que España ha sabido navegar con mayor destreza en el ámbito financiero y así lo demuestran las cifras que han presentado las entidades nacionales. Pero no es oro todo lo que reluce. Hoy el mercado español baraja la posibilidad de que Banco Popular sea adquirido por uno de los dos colosos españoles: BBVA. Es tan sólo un rumor y así lo matizan los expertos consultados por
Estrategias de Inversión pero según fuentes del mercado “hace ya mes y medio que han obligado a BBVA a quedarse con Popular”. 

¿La razón? La maltrecha situación de endeudamiento que vive el banco mediano en base a la cual “las autoridades podrían haber decidido solucionar así la situación para evitar un descalabro del Popular” que es “ya un cadáver por la deuda que tiene, está metido en Colonial, en Fadesa, tiene un importante número de impagados y su radiografía actual es muy grave”, según una fuente. Según las mismas fuentes la caída libre que vive la entidad en bolsa –pierde en lo que va de año un 33,9% y sus títulos cerraron este jueves en los 4,05 euros- sería “provocada para abaratar su precio de cara a la compra por parte de BBVA”. Según las fuentes consultadas, la entidad que preside Francisco González podría haber aceptado la adquisición pero “a un cambio irrisorio”, y sería “una operación muy positiva para BBVA”. 

Es un hecho el importante recorte que han vivido los títulos de Popular, y Marian Fernández, responsable de estrategia de Inversis Banco reconoce en declaraciones a Estrategias de Inversión que “podríamos ver alguna maniobra, especialmente con los niveles de cotización que se han alcanzado(…)”.“Creemos que sí podría haber movimientos en el sector, aunque no sabemos si ésa podría ser la pareja”. 

Así las cosas, la opinión de que la compra no sería del todo voluntaria sino impuesta es la opción que manejan los expertos consultados que apuntan además a que el canje podría ser de dos acciones de BBVA por cada tres de Popular. La experta de Inversis Banco sin embargo matiza que “el BBVA ha sido una entidad nada proclive a las compras, evitando cualquier ampliación de capital y suena raro verla adquiriendo ahora al Popular e incluso con intercambio de papeles”.

De todas formas, Fernández matiza que “el número de entidades bancarias debería reducirse y recuerda que incluso se han escuchado rumores en relación a “una posible fusión entre los dos grandes –BBVA y Santander-. No hay tantos nombres que suenen entre los bancos como entre las cajas, pero seguro que podría salpicar al sector cotizado”, concluye.

Popular está en el punto de mira desde hace ya meses y ha recibido los dardos envenenados de agencias de calificación como Moody’s que rebajó sus ratings a finales de 2008 por “su alta exposición a los sectores inmobiliarios y de la construcción y por el rápido deterioro de la calidad de sus activos con el aumento de la morosidad”. La deuda a largo plazo de Popualr pasó de “Aa1” a “Aa2” y su fortaleza financiera se situó en “B” desde “B+”. 

Hay que recordar que Popular obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.052 millones de euros en 2008, un 16,8% menos que en el ejercicio anterior por efecto de la dotación a provisiones realizada. Además la tasa de morosidad del banco subió hasta el 2,81%, más del triple que el 0,83% marcado al cierre del ejercicio anterior, para una cartera de créditos a la clientela de 93.273,65 millones de euros, que había crecido el 5,9% respecto a la de 2007, y con una cobertura frente a impagos que había empeorado hasta el 73,03%, desde el 218,38% que tenía a finales del 2007. 

Entretanto, las apuestas a corto se multiplican en torno a ambos valores protagonistas. El fondo de capital riesgo Harbinger, gestionado por el multimillonario Philip Falcone, ha apostado un total de 166 millones de euros a que las acciones de BBVA y Popular bajarán en bolsa. Según la información del 'hedge fund' remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Harbinger, especializado en movimientos agresivos contra grandes compañías internacionales, ha declarado 'posiciones cortas' enfocadas a la obtención de beneficios con la depreciación de las acciones en ambos bancos.