Con la esperanza de que una nueva voz pueda hacerse escuchar, Ballmer cedió el podio al director de finanzas, Chris Liddell, quien reiteró el mismo mensaje: "Las probabilidades de que compremos Yahoo! en la forma de una adquisición completa son tan pequeñas que son casi insignificantes", dijo Liddell. "Nunca digo que nunca. ¿Quién sabe (qué puede pasar) en los próximos años? Sin embargo, una adquisición completa, y desde luego en el mismo plazo y bajo las mismas condiciones económicas que habíamos previsto anteriormente, básicamente no tiene sentido". Con Yahoo! o sin ella, Ballmer habla en serio sobre su interés en desafiar a Google dentro del sector de Internet para el consumidor, que consiste en gran parte en actividades de búsqueda y publicidad. Se ha identificado al enemigo, y Microsoft no está dando marcha atrás. Esa no es la forma en que Microsoft hace las cosas. Microsoft juega para ganar, no para quedar tercero, su puesto actual dentro del sector de búsquedas en Internet. La mayor parte de los inversionistas lo saben, aunque no les guste, lo cual explica la razón por la que es poco probable que las acciones repunten en el corto plazo a pesar del crecimiento relativamente alto que ha experimentado Microsoft en sus líneas principales, como el sistema operativo Windows. Las acciones de Microsoft cerraron el viernes en US$26,16, para un incremento de 30 centavos durante la semana. Pese a ello, han cedido el 29% de su valor durante el último año. Hace unos minutos el lunes se cotizaban con un retroceso del 2,56% a US$25,49. Sin embargo, a menos de que se produzca algún acuerdo con Yahoo!, Ballmer está obligando a Microsoft a comprometerse a mejorar su posición dentro del negocio de búsquedas sin que la empresa disponga de opciones que le permitan hacerlo, afirma Bill Whyman, analista de International Strategy & Investment. El presidente ejecutivo tiene que cubrir la apuesta inicial para mantenerse en el juego y luego aumentarla ya que el número tres tiene que gastar más que el número uno para alcanzarlo, agrega Whyman. La inversión en Internet podría ascender a entre el 5% y el 10% de la ganancia operativa. Las operaciones de búsqueda en Internet no son un objetivo en si mismo. Son un medio para lograr un fin, que es proveer software y servicios a través de Internet. "Microsoft perderá en cuanto a las búsquedas en Internet, sin embargo conseguirá hacer exitosamente la transición más amplia hacia el software como un servicio", señala Whyman. En esa línea, el director general de la división empresarial de Microsoft, Stephen Elop, indicó en conversaciones privadas que se está preparando una versión en línea del software Office, aunque su arribo no es inminente. La buena noticia es que los inversionistas están empezando a considerar relativamente baratas las acciones de Microsoft. Liddell destacó que la relación precio-ganancias futuras se sitúa en torno a 11, lo cual está cerca de, o marca el mínimo histórico. También calificó al cuadro de desempeño de la acción como su descenso "menos favorito". La mala noticia es que los inversionistas en el sector de tecnología se sienten decepcionados con una tasa de crecimiento que se desacelera y con la ausencia de incrementos pronunciados en los ingresos generados por el lanzamiento de nuevos productos, como ocurrió en el pasado con Windows 95. Mientras tanto, los inversionistas que buscan valor se muestran desencantados por los gastos en Internet. Ballmer intentó consolar a los inversionistas. "Estamos con ustedes", dijo. Sin embargo, su prioridad es vencer a Google, no enfocarse en los retornos en el corto plazo. En consecuencia, su frustración -y la de los inversionistas- probablemente no terminará en un futuro cercano.