Abengoa encabeza la lista negra del Ibex 35. Es él el que lleva colgado de su espalda unas pérdidas cercanas ya al 93% sólo en el año 2012. Con pérdidas superiores al 60% aparecen seguidamente
Bankia, Sacyr Vallehermoso
y el Banco Popular. ¿Y el quinto? Un clásico, Gamesa, cuyo retroceso se cuenta por el 53% este ejercicio.

Dentro del mercado continuo, la noticia la protagonizaba este mismo martes Reyal Urbisdespués de declararse en preconcurso de acreedores con más de 3.500 millones de deuda. La inmobiliaria dispone ahora de cuatro meses para negociar un convenio con la banca acreedora. Se trataría del segundo mayor concurso en la historia de España tras el de Martinsa Fadesa. En lo que va de año, Reyal Urbis ha perdido por el camino casi un 80% de su valor en la bolsa madrileña y sus títulos han pasado de venderse a 50 céntimos, hasta los 11 a los que cerraba ayer. ¿Qué hacer en estos casos?

Ante esta casuística cabe plantearse, lo primero, el motivo de la inversión, esto es: ¿se encuentra en ella por fundamentales o por puro trading? Si la respuesta es la segunda, no lo dude, huya. Si, por contra, la solución se refiere a las cuentas de la empresa se abre la opción del tiempo. Javier Flores, responsable del Departamento de Estudios de ASINVER, asegura que podría darse el caso de que “en un plazo de tiempo razonable”, este título “podría no reflejar el valor real de la acción”, así que el inversor debe asumir ciertas pérdidas si realmente 'cree' en el él y espera un beneficio de la operación.

“Si el curso de la acción se ha salido del plan inicial”, apunta el experto, habría que o bien replantearse la inversión realizada “completamente” o “directamente salirse”. En este punto entran en juego los famosos stops. “Cada uno conoce las pérdidas que está dispuesto a asumir y los plazos de tiempo en los que invierte”, comenta.

Ana Rafels, asesora de inversiones de Ana Rafels EAFI, se refiere asimismo al carácter psicológico de toda inversión. “La mejor recomendación que podemos dar a aquellos que se han quedado pillados es que reflexionen como y por qué han llegado a esa situación para evitar que vuelva a ocurrir.” Otro caso es Zeltia, con pérdidas superiores al 22% anuales, caso en el que está claro que no se han puesto los stops pertinentes para evitar el desplome. “Probablemente tampoco se han puesto los stops de beneficios”, afirma Rafels, que insiste en que “deberían ser una costumbre habitual, una norma”. En este sentido, Flores asegura -y con razón evidente- que “al final, en una operación se gana cuando se vende” con lo que también es necesario saber elegir el momento para la retirada.

Ligando este asunto con el sentimiento inversor, José Luis Cava, analista independiente de la Zona Premium, comentaba la semana pasada que era el momento de 'huir' del mercado, vender títulos con tendencia, ante el sentimiento alcista que despuntaba un 17% sobre los bajistas, según un estudio elaborado por la Deutsche Boërse. “Los mercados evolucionan y esa evolución hace que un título que presentaba un potencial interesante, pasado el tiempo deje de tenerlo. Es por ello que en los tiempos que corren, hagamos un seguimiento y adaptemos la estrategia según la evolución de esos movimientos. Ya no sirve aquello de comprar y mantener”, asegura Rafels.

No obstante, en última instancia y considerando que no se ha sabido identificar el momentum de salida, Rafels insiste en “no promediar”. Clásico error y demasiado improductivo. La recomendación de los analistas pasa por ir valorando la situación, o lo que es lo mismo, deshacer posiciones en la misma proporción en la que se han ido “materializando” las ganancias. Garantizar lo ganado porque recuerden los impuestos -y peor situación aún la que está por venir en 2013-.

“Si acumulamos fuertes pérdidas y el montante a rescatar es muy pequeño, quizá lo más sensato sea olvidar esas acciones con el fin de ir deshaciendo posiciones a medida que acumulemos plusvalías en otras posiciones. Si por el contrario esas pérdidas no son tan fuertes y el montante a recuperar es significativo, probablemente, sea mejor deshacer la posición y posicionarse en títulos con mayor potencial, que permitan una mejor diversificación de la cartera”.

Y una última lección aplicable a la vida: aprender. No sirve de nada cometer un mismo error una y otra vez. “Debería hacerse un estudio previo en el que se analizasen todos estos aspectos” a la hora de volver a entrar en un título. “Lecciones de cara a la operativa a futuro”.