El plan será discutido esta semana por los líderes de los Veintisiete, en el Consejo Europeo que tendrá lugar el jueves y viernes en Bruselas.
Aunque los gobiernos están de acuerdo con la cifra propuesta por la Comisión (los países deberán aportar el grueso de esa cantidad, en torno al 1,2 por ciento del PIB de la UE), aún falta por precisar las medidas y, sobre todo, el esfuerzo que debe hacer cada país.
El Gobierno alemán, cuya economía, la más grande de la UE, goza de una saneada posición fiscal, ha sido el que más reservas ha mostrado hasta la fecha ante los planes de Bruselas y ha dejado claro que no adoptará nuevas medidas coyunturales hasta no evaluar el resultado de las que ya ha puesto en marcha.
Almunia reiteró hoy que no todos los Estados miembros están en la misma posición, debido a su situación presupuestaria, su potencial de crecimiento y las características de su economía, pero recalcó que la definición de una posición común traerá beneficios para todos.

