Pérez se pronunció de esta forma días después de que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, declarara que ACS no es un accionista de esta compañía, sino "su mayor competidor", y que la constructora ha creado "inestabilidad" desde su primer día en la eléctrica."ACS es la primera que desea que Iberdrola vaya bien", aseguró Florentino Pérez ante las acusaciones de que su empresa "no es un accionista leal y fiel".Asimismo, el presidente de ACS marcó sus plazos también después de que transcendiera que Electricité de France (EDF), eléctrica gala interesada en Iberdrola y con la que el grupo constructor español ha reconocido haber mantenido contactos, esperará a después de las elecciones para lanzar su ofensiva sobre la eléctrica.Florentino Pérez reiteró los dos condicionantes que el grupo se ha autoimpuesto a su estratégica en materia de energía: garantizar "lealtad a la política energética del Gobierno" y que la mayor parte de los activos "queden en manos españolas".Oportunidad en juegoDurante la presentación a analistas de los resultados de ACS de 2007, el presidente y tercer máximo accionista del grupo reiteró que su aspiración estratégica es "posicionarse como accionista de referencia en una gran compañía eléctrica de tamaño europeo", "ilusión" que asegura tener desde que tomó la primera participación en la eléctrica.La constructora cuenta con una participación del 12,4% en la eléctrica (el 5,2% de forma indirecta a través de derivados), y es también primer accionista de Unión Fenosa, donde controla un 45,3%.Para ACS, Iberdrola constituye una "palanca estratégica para crear valor a través de un proceso de consolidación". "Hay una oportunidad en España y si podemos la vamos a jugar", aseguró Florentino Pérez.El grupo de construcción y servicios enmarca estos objetivos en su "compromiso" con el sector energético" y estableció las "oportunidades de consolidación" que considera que el sector energético presenta en España como uno de los tres pilares de crecimiento del grupo para 2008.Los otros dos corresponden a los ingresos recurrentes de sus actividades tradicionales y la rotación de activos de concesiones (está pendiente de la venta de un conjunto de autopistas y aeropuertos a Abertis por unos 900 millones de euros).