Todos estos son datos de gran importancia que tienen el potencial de cambiar la dirección del rally del que han disfrutado los mercados en lo que va de año. Tanto para bien como para mal. Nuestra visión de la corrección experimentada en el cuarto trimestre, particularmente en diciembre, es que se trató de una caída propia del ciclo más que del principio del final, pero la publicación de los datos del viernes tendrá una mucha importancia en cuanto a la dirección que tomen los mercados a partir de ahora.
Esperamos algo de moderación en los datos del mercado laboral, después del dato extremadamente optimista que se conoció el mismo día que se celebraba ese foro tan importante de la FED. Es probable que las nóminas no agrícolas den apoyo al mercado, aunque no esperamos que se repita una creación de 312.000 empleos como la que vimos el mes pasado. Dado que la inflación sigue siendo baja, creemos que un promedio sin cambios en el crecimiento del salario por hora de alrededor del 3,2% sería el punto óptimo para los mercados; se trata de crecimiento real saludable, pero no suficiente como para crear efectos secundarios. Esto permitiría que la Fed siga siendo paciente con los tipos de interés, un ingrediente crucial en el poderoso rebote que hemos presenciado este año.
En momentos de estrés de mercado, cuando cae la renta variable, la confianza de los consumidores suele caer con cierto retraso. Los números preliminares del dato del sentimiento de consumidor de la Universidad de Míchigan que se publicaron el 18 de enero, muestran una caída desde 98,3 hasta 90,7. El rally se ha enfriado desde los momentos iniciales, pero realmente no hemos visto una reversión, solo un ritmo mucho más lento con menos volatilidad. Nuestra previsión es que el número podría ser un poco más alto que el que estima el consenso, dada la estabilidad que hemos visto en la segunda mitad del mes.
Por último, pero no por ello menos importante, también se conocerá ISM Manufacturero. Aunque el dato absoluto de 54,1 de diciembre no fue particularmente malo, hubo dos problemas en el informe que asustaron a los mercados. En primer lugar, la fuerte caída de la cifra revisada de 58.8 en noviembre fue la mayor en años. En segundo lugar, los detalles no eran alentadores. El nuevo componente de pedidos, se ve generalmente con un indicador adelantado del índice, se ubicó en 51,1, el número más bajo desde agosto de 2016. El consenso de Bloomberg para el dato absoluto de enero es de 54,0, prácticamente sin cambios frente a la cifra de diciembre. Si los datos como el ISM Manufacturo no se estabilizan, creemos que los activos de riesgo se lo tomarían negativamente. Una parte de las razones que apoyaron al rally fue la caída de las valoraciones en diciembre ya que los datos no eran realmente tan malos. Si este ya no es el caso, las valoraciones posteriores al rally pueden empezar a parecer caras.
En nuestra opinión, es necesaria la estabilización de la confianza del consumidor y de las cifras manufacture-ras para justificar el inicio de 2019. Estamos de acuerdo con Powell, Bernanke y Yellen: la economía de los EE. UU. se está desacelerando, pero todavía está en buena forma, liderada por el consumidor. Los mercados necesitan los datos del viernes para respaldar esta visión.