Los expertos de Deutsche Bank creen que existen varias diferencias entre estos tres momentos.
1994: Alan Greenspan, el entonces presidente de la FED, elevó el precio del dinero en 250 puntos básicos en un año lo que disparó la rentabilidad de los bonos desde el 5,57 hasta el 7,14% en solo dos meses. El shock no solo quedó en la renta variable, sino que contagió los mercados financieros y generó, de hecho, la quiebra el Condado de Orange.
2013: Cuando Ben Bernanke anunció que la autoridad monetaria estaba dispuesta a iniciar el tapering, es decir, la rebaja de las compras del QE también hubo shocks. Una de las principales reacciones se produjo en la rentabilidad de los bonos a diez años, cuya rentabilidad cayó en 60 puntos básicos en 5 semanas. No se quedó ahí y su onda expansiva también contagió a la renta variable.
Estos tres gráficos explican cuáles han sido las diferencias entre estas correcciones. Lo que puede verse es que la renta variable ha caído con fuerza en las tres ocasiones, sobre todo en Estados Unidos.
Eso sí, explican en Deutsche Bank que la bolsa europea y el crédito todavía tiene recorrido a la baja, sobre todo si se compara con 2013.
Por el contrario, el fuerte repunte de la volatilidad en esta ocasión, dicen estos analistas, eclipsa a los anteriores.