En una reciente nota estos  analistas señalan que el comportamiento del sector tecnológico este año no parece tan inusual en comparación con la experiencia histórica.  “Hasta el momento, 2017 ha sido un muy buen año para los inversores de renta variable. El sector de la tecnología en particular destaca en términos de rentabilidades. Lo que ha ayudado a impulsar el mercado en general”, explican en la firma.

El alto valor que han llegado a adoptar algunas compañías como Apple o Amazon en bolsa han provocado que en algunos índices como el S&P, que no son netamente tecnológicos, el sector tenga un peso superior al 30%, por lo que cualquier momento de shock en la industria puede generar fuertes caídas.

Sin embargo en la entidad no ven riesgo de que se produzca un evento como el de la burbuja de las puntocom a principios de este siglo. Señalan que “a menudo, las personas comparan el comportamiento de este año con la experiencia vivida durante la burbuja tecnológica de finales de los noventa. Nosotros no nos suscribimos a esta analogía. Por un lado, las compañías tecnológicas actuales son altamente rentables. Por el contrario, muchos de ellos apenas ganaron dinero en la década de 1990. Los modelos empresariales han madurado”.

Indican que “al observar la dispersión del comportamiento del sector en el mercado estadounidense, el rendimiento tecnológico de este año no parece tan inusual en comparación con la experiencia histórica. En 2017, las acciones tecnológicas superaron en un 20% a la media de todos los sectores del S&P 500. De media, el sector más rentable obtuvo un 22,8% por encima de la media desde 1990. Por lo tanto, sin lugar a dudas, ha sido un buen año para los inversores que poseen acciones tecnológicas”. Eso sí, alerta que para detectar signos de burbujas en los mercados financieros, es posible que deba buscar en otro lado.

 

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