Erkki Liikanen, miembro del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), ha afirmado hoy lunes que la autoridad monetaria de la Zona Euro tiene en cuenta “los tipos de cambio ya que estos impactan en la inflación”. Aunque no es un “objetivo” propiamente dicho, ha reconocido que cada vez se está volviendo más importante en su análisis de la economía. Por otra parte, ha señalado que las presiones inflacionistas son “moderadas” y ha reiterado que el BCE “está listo para tomar más medidas” si es necesario.

Asimismo, ha subrayado el sesgo acomodaticio de la política del banco central: “Evaluamos la situación en cada encuentro (…) No debemos olvidar que hemos dejado claro nuestro sesgo a la baja, también hemos añadido a nuestras comunicaciones referencias a la capacidad no utilizada de la economía y que nuestra política seguirá acomodaticia hasta que la recuperación sea un hecho”.

En cuanto a las perspectivas globales, Liikanen ha señalado que la economía ha mejorado ligeramente, aunque los riesgos siguen del lado bajista, especialmente en el corto plazo por la crisis de Crimea.

S.C.