
La Inteligencia Artificial juega un papel cada vez más relevante en la cartera de Berkshire Hathaway. Warren Buffett durante décadas evitó de forma deliberada las denominadas tech stocks. Su argumento era claro:
- Dificultad para entender su modelo de negocio: Buffett siempre insistió en que solo invertía en compañías cuyo funcionamiento podía explicar de manera sencilla-
- Alta volatilidad y riesgo de disrupción: veía en el sector tecnológico un terreno demasiado cambiante, donde las ventajas competitivas podían desaparecer rápidamente.
De hecho, Berkshire Hathaway nunca entró en compañías como Google (Alphabet), Meta o Tesla, pese a su crecimiento meteórico. Buffett incluso reconoció que haber dejado pasar Google fue uno de sus grandes errores de omisión, sobre todo porque en sus inicios su socio en GEICO ya utilizaba Google Ads con enorme éxito.
El gran cambio llegó en 2016, cuando Berkshire Hathaway comenzó a comprar acciones de Apple. En un principio, la decisión fue atribuida a uno de sus gestores adjuntos (Todd Combs o Ted Weschler), pero Buffett acabó haciendo propia la apuesta y ampliándola con fuerza. Buffett no veía a la compañía solo como una tecnológica, sino como una compañía de consumo masivo con una marca de fidelidad incomparable. La comparó incluso con Coca-Cola: “los clientes aman sus productos y los usan a diario”. Con el tiempo, Apple pasó a ser la mayor posición de la cartera de Berkshire Hathaway, con más de 65.000 millones de dólares invertidos.
De hecho, a día de hoy son dos acciones a las que tiene exposición. Con un valor de 302.000 millones de dólares, Berkshire Hathaway está destinando 68.000 millones a dos títulos que directamente supervisa el Oráculo de Omaha.
Una de ellas sigue siendo Apple . Mucho antes de que a IA se convirtiera en lo más popular del presente (y el futuro) tecnológico, Apple ya llevaba usándola años en sus dispositivos, especialmente en el iPhone. Desde las sugerencias de texto predictivo al asistente de voz Siri que se puso en funcionamiento en 2010, Apple podría considerarse una pionera en términos de IA.
A mediados del año pasado, la compañía fundada por Steve Jobs presentó ante la conferencia mundial de desarrolladores Apple Intelligence, que para muchos es el paraguas de las ambiciones de la compañía, con respuestas más interactivas de Siri, potencial monitoreo de Salud, Face ID y herramientas inteligentes de lectura e imagen. Y, de hecho, se espera que Apple Intelligence sea uno de los motores de crecimiento del iPhone y, por ende, de Apple.

A fecha de hoy, Apple representa 65.0000 millones de los activos invertidos de Berkshire Hathaway aunque el interés de Buffett va a más allá del desarrollo que tiene la compañía en IA. De hecho, Apple tiene el mayor programa de recompra de acciones del mundo, desde 2013 - momento en que comenzó su programa - ha recomprado más de 796.000 millones de dólares de sus propias acciones y ha reducido en un 44% las acciones en circulación. Un programa que ha tenido un impacto positivo en el beneficio por acción del grupo.
Además, la base de clientes de Apple ha demostrado una fuerte lealtad a la marca y, aunque la venta de dispositivos físicos se ha estancado en los últimos años, la demanda de servicios de suscripción de mayor margen ha crecido considerablemente.
Desde un punto de vista técnico, la compañía tiene todo a favor para seguir subiendo. Aunque se mantiene relativamente “plana” en el año si se compara con las subidas que registran otras compañías del sector, apenas sube un 5%, la compañía sigue teniendo un fuerte repunte en la actividad de contratación, “el MACD diario activa nuevos cortes ascendentes y supera la resistencia de los 241,32 dólares que hace probable superar la resistencia que se proyecta de los máximos del 25 de febrero de 2025, en los 249,39 dólares por acción. La superación de estos niveles, permitiría actualizar objetivos alcistas a la zona de máximos de diciembre de 2024, en los 259,18 dólares. Por el contrario, mientras no veamos cierres por debajo de la zona de soporte de los 236,7-235,03 dólares, no habrá dudas sobre la tendencia alcista”, dice José Antonio González, Director de análisis técnico de Ei en el Análisis semanal de las 7 Magníficas.

La otra gran compañía en la que está confiando Buffett es Amazon. No es una acción nueva en la cartera de Berkshire. En 2019, Buffett sorprendió al anunciar que había adquirido una participación en Amazon. Aunque confesó que la compra la hicieron sus gestores y no él directamente, la aprobó sin problemas. Amazon le resultaba atractiva no solo como gigante del comercio electrónico, sino también como líder en AWS (Amazon Web Services), una máquina de generar beneficios gracias a la computación en la nube y, más recientemente, la IA generativa. La posición en Amazon, sin embargo, es mucho menor en comparación con Apple: alrededor de 2.300 millones de dólares, lo que representa menos del 1% de la cartera total de Berkshire.
La incorporación de IA por parte de Amazon tiene casi todo que ver con su plataforma de infraestructura en la nube, Amazon Web Services (AWS). Según las estimaciones del segundo trimestre de Canalys, AWS acaparó el 32% del gasto mundial en servicios de infraestructura en la nube. A pesar de que AWS sólo representa alrededor del 17 % de los ingresos totales de Amazon en 2024, aporta una parte muy grande del beneficio operativo. Su margen operativo es mucho más alto que el de los negocios de retail.
AWS permite a sus usuarios acceder a soluciones de IA generativa, y ofrece la capacidad de crear y entrenar grandes modelos de lenguaje. Esto ayuda a las empresas a personalizar estas soluciones para que se ajusten a sus necesidades. “La expectativa es que la IA acelere la ya impresionante tasa de crecimiento de AWS y se base en su tasa de ejecución de ventas anuales de 123.000 millones de dólares, a partir del trimestre finalizado en junio”, dicen los expertos de The Motley Fool.
Además, los acuerdos que mantiene la compañía con la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) probablemente hayan impulsado las suscripciones a su servicio Prime al tiempo que sigue incrementando las visitas tanto de su plataforma se ventas online como a la biblioteca de contenido.
Desde un prisma técnico, “en las últimas sesiones/semanas tiene una ligera consolidación que no se clasifica dentro de una estructura de máximos y mínimos crecientes de fondo, que parte de los mínimos de abril de 2025 con lo que el precio está más cerca de techos importantes, en los 238,90 dólares, que de zona de soportes, en los 221,83 dólares. Por lo que mientras el precio de cierre diario se mantenga por encima de soportes y por encima de la directriz crecientes secundaria, los riesgo de corrección permanecen acotados", dice González.

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