Nueva acusación de ciberespionaje al Ejército chino por parte de una empresa de Estados Unidos, después de que el Departamento de Justicia americano acusase hace pocas semanas directamente a cinco militares chinos de espionaje industrial.
Esta vez, la acusación parte de la empresa CrowdStrike, especializada en ciberseguridad, que ha detectado a un grupo de hackers operando bajo el código Putter Panda. Al parecer, estos hackers pertenecen a una unida del Ejército chino con base en Shanghai.
CrowdStrike acusa a esta unidad de robar datos de compañías importantes a nivel mundial, en su mayoría de Estados Unidos y Europa y que operan en los sectores de satélites, aeroespacio y comunicaciones.
La ciber guerra que libran Estados Unidos, China y otros estados en la red raramente se traslada a la opinión pública, ya que todos los países se acusan mutuamente de espiarse unos a otros. Sin embargo, en los últimos meses, son cada vez más los episodios que se reflejan en los medios de comunicación.
C.P.O.