La actividad comercial de la Zona Euro ha marcado mínimos del año, según los datos del PMI para el mes de septiembre publicado este martes por Markit.

En concreto, el PMI compuesto (que incluye la actividad en el sector manufacturero y servicios) ha registrado un descenso inesperado hasta los 52,3 puntos, mínimos de diciembre de 2013. El consenso no esperaba cambio al dato anterior de 52,5 puntos. Recordamos que las lecturas por encima de 50 implican una expansión en la actividad comercial.

Por sectores, el PMI manufacturero ha salido en línea al bajar hasta los 50,5 puntos, desde los 50,7 anteriores. El PMI servicios, por su parte, ha bajado desde los 53,1 puntos, hasta los 52,8, en comparación con los 53,0 que anticipaban los analistas.

SUBÍNDICES

Los volúmenes de nuevos pedidos recibidos han aumentado “modestamente”, según Markit, aunque han reducido por tercer mes consecutivo para registrar la menor expansión mensual desde agosto del año pasado.

Markit también señala que el empleo otra vez se ha mantenido prácticamente sin cambios. “Las compañías no han contratado más personal debido al débil crecimiento de las ventas”, explican estos expertos. Añaden que el nivel de pedidos pendientes de realización también se ha reducido al ritmo más intenso desde julio de 2013, por lo que “las empresas tendrán poca necesidad de reforzar plantillas en octubre”.

En cuanto a los precios, Markit ha comentado que “las presiones inflacionistas siguen moderadas en respuesta a la débil demanda”.

“La encuesta presenta un panorama de persistente debilidad en la economía de la Zona Euro”, afirma el economista jefe de Markit, Chris Williamson. En base a estos datos de septiembre, este experto prevé un crecimiento en el PIB de la región del “0,3% en el mejor de los casos” para el tercer trimestre. Cabe destacar que, tras la publicación, BNP Paribas espera un avance de sólo un 0,1%.

¿Y EL BCE?

Williamson afirma que estas cifras “decepcionarán al BCE” que espera que los datos económicos comiencen a mejorar y advierte que “hay signos alarmantes de que el crecimiento podría ralentizarse aún más en el cuarto trimestre”.

Este economista señala que la preocupación por la crisis en Ucrania con las correspondientes sanciones y la inquietud causada por la coyuntura económica general de la Zona Euro “parecen estar repercutiendo cada vez más en la economía”.

“Se corre peligro de que los esfuerzos del BCE por estimular la economía resulten ineficaces debido a tales dificultades, que están agravando la situación de una demanda ya débil”, concluye Williamson.