Segunda revisión del producto interior bruto de Estados Unidos del segundo trimestre nos deja un crecimiento del 1,1%, lo esperado, pero bajo un poco desde la primera lectura que fue un crecimiento del 1,2%.

Lo anterior no es muy positivo, pero seguimos creciendo, y el punto bueno está en el gasto del consumidor que pasa a tener un crecimiento de 4,4% desde el 4,2% de la primera lectura. Los pedidos de bienes duraderos suben a 9,9% desde el 8,4% anterior.

Mejora la inversión de las empresas porque cae solo -0,9% cuando la lectura anterior fue de un descenso de -2,2% y la propiedad intelectual y software se dispara a un crecimiento del 8,6% desde el 3,5% anterior.

La inversión en hogares empeora un poco más hasta tener una bajada de -7,7% desde el -6,1% anterior.

Las exportaciones suben el 1,2%, bajando ligeramente desde el 1,4% anterior y las importaciones mejoran hasta tener un crecimiento del 0,3% desde la bajada de -0,4% anterior.

El cambio de los inventarios empeora con un descenso de -12.400 millones de dólares desde los -8.100 millones de dólares anteriores así que reduce 1,26 puntos porcentuales al cambio del PIB.

La revisión a la baja no es dramática, porque se compensa totalmente con ese aumento de los gastos del consumidor que es una de las patas que tiene en mente la Reserva Federal para poder subir los tipos de interés.

Todos los datos macroeconómicos que tenemos hoy van a tener un efecto muy difuso y a lo mejor muy limitado porque todo el mundo esta esperando lo que tenga que decir la presidenta de la Reserva Federal. En cualquier caso, se sigue creciendo, el consumidor sigue gastando, la inversión de las empresas ha mejorado, o por lo menos no ha bajado tanto como se esperaba, por lo que es algo muy a tener en cuenta. Es un buen dato para la economía, es un buen dato para la Reserva Federal, es un mal dato para los bonos y es buen dato para el dólar. La mayor inversión de las empresas debería ser bueno para el mercado junto con el gasto del consumidor.