Pese a la percepción general de que los invesores están “sentados” sobre una gran cantidad de dinero en efectivo y todavía son bastante reacios a apostar por el riesgo, los expertos de BlackRock, tras analizar los datos de la Fed sobre los activos financieros de las familias, afirman que la realidad es “algo diferente”.

En concreto, según las cifras que maneja la autoridad monetaria, la proporción de los activos financieros de los hogares dedicados a efectivo o bonos de alta calificación se ha ido reduciendo desde el final de la crisis y, de hecho, se encuentra por debajo de la media de largo plazo. Es más, estos datos muestran que los inversores se han movido constantemente hacia inversiones más arriesgadas, especialmente durante el reciente mercado alcista.

Así, los estadounidenses tienen ahora el mayor porcentaje de activos financieros en acciones, bonos corporativos y fondos de inversión desde el tercer trimestre de 2000, muy cerca de la burbuja tecnológica.

Explica BlackRock que parte del cambio hacia inversiones de mayor riesgo tiene un carácter estructural (el uso de fondos de inversión ha crecido de manera constante desde los 80 y representan ya el 10% de los activos financieros de los hogares); si bien, la motivación es principalmente de carácter cíclico (los inversores han aumentado su exposición al riesgo tal vez sin saberlo debido a la dinámica de los mercados financieros, y es que el mercado alcista entra ya en su sexto año).

El apoyo de la Fed a la renta variable también ha sido clave, y no podemos olvidar, que la autoridad monetaria ya ha iniciado su estrategia de salida.

¿Deben los inversores adoptar una postura una postura más conservadora? “Sigo pensando que la mejora en la economía mundial y crecientes riesgos corporativos apoyarán al riesgo en 2014. Sin embargo, estos harán bien en considerar algunas estrategias para que sus carteras tengan un cierto contrapeso, por ejemplo, reequilibrándolas hacia el valor.

S.C.