No importa cuál sea la estrategia que un inversor opte por seguir, da igual si se trata del clásico “comprar y mantener” o una metodología basada en el momentum, el ingrediente personal necesario para el éxito en el mercado es la disciplina emocional, la capacidad de aguantar hasta el final, señala Chuck Jaffe de MarketWatch.
Y coincide con él C. Thomas Howard, director de investigación de AthenaInvest y autor de “Behavioral Portfolio Management”. En su opinión, el mayor problema al que deben hacer frente los inversores está en aceptar una estrategia y seguir con ella: eligen una, la entienden, les gusta, la siguen en los buenos tiempos, pero cuando vienen mal dadas comienzan a cuestionarla, explica.
“Uno no puede invertir como un gran inversor, sino invierte igual que ellos”, empezar a pensar que usted sabe más, variar una cosa que no nos gusta y de pronto cambiar, supone que “no estamos siguiendo una estrategia exitosa, vamos a modificar una y eso puede ser bueno o no”.
Howard considera que “hay un montón de maneras de ganar dinero en la renta variable y de tener éxito. La clave es que usted debe dominar sus emociones, seguir una estrategia estrictamente y de forma consistente y convencida”.