Bob Doll explica que los mercados financieros siguen intranquilos. En su opinión “la volatilidad que empezó a principios de febrero no se ha acabado”. Hace referencia para justificar en su comentario en la elevada rentabilidad que mantienen los bonos “y la perspectiva de que se produzcan más subidas es lo que mantiene alerta a los mercados. Los inversores también están ansiosos ante un posible cambio en el entorno macroeconómico, por las presiones inflacionistas. El anuncio arancelario de Donald Trump ha añadido más leña al fuego”, afirma el experto.
Doll alerta de que “la visión pesimista se origina ante la posibilidad de que esta guerra comercial cause un repunte en la inflación al mismo tiempo que los déficits ya son un problema. Este entorno puede desembocar en un ritmo más acelerado de la normalización monetaria que se combine con una reducción del crecimiento. Este podría ser un contexto negativo para la renta variable”, asegura el experto.
Por el contrario, el fundador de la gestora asegura de que existen el lado positivo de la situación: continúa la mejora de la economía, la evolución positiva de los beneficios empresariales y la inflación, por el momento, sigue por debajo de los objetivos de los bancos centrales. “Este entorno podría permitir a los bancos centrales mantener políticas acomodaticias mientras normalizan los tipos. Y aunque el proteccionismo puede ser un riesgo, se puede atemperar porque las batallas sobre techos fiscales y de deuda han acabado (en EEUU)”.
Doll asegura que aunque es consciente de los riesgos, sigue siendo moderadamente optimista, sobre todo en el largo plazo. “Creemos que la volatilidad se va a mantener, pero no vemos casi nada que señale una gran caída en los mercados”, afirma. En su opinión, hasta que la volatilidad de los bonos se calme y la imagen de la inflación sea más clara, creemos que los mercados van a cotizar en rango. “Por eso, es posible que ya hayamos visto los mínimos (alrededor de 2.225 puntos) y los máximos (alrededor de 2.875 puntos) para el S&P 500 en 2018, al menos por los próximos meses”.
Desde su punto de vista “creemos que es importante tener en cuenta que un entorno en el que se combinan subidas de tipos, mayor inflación y un aumento del proteccionismo es un entorno duro para la renta variable. Pero también pensamos que un buen entorno económico combinado con alzas de los beneficios empresariales y unas valoraciones razonables sugieren que el camino del largo plazo para las bolsas es alcista”, apunta Bob Doll.