Nos adentramos en Estados Unidos con los ojos totalmente puestos en lo que tenga que decir la Reserva Federal en el final de la reunión de dos días que terminará mañana.
Normalmente, el día de hoy suele ser muy tranquilo y podríamos dejarlo en casi neutral, pero cuando hemos tenido movimientos fuertes en sesiones previas, la neutralidad significa cerrar posiciones y quedarse fuera del mercado. Dado que venimos de un momento bastante tormentoso en donde en muy pocas sesiones hemos tenido descensos profundos el sector de las tecnológicas, hoy en Europa estamos viendo un rebote de este sector, por lo que es plausible pensar que vamos a tener más o menos lo mismo en Estados Unidos. Las empresas más importantes tienen ligeras subidas en preapertura, aunque el movimiento no es como para tirar cohetes.
Un protagonista claro de la sesión va a ser el sector de la energía, ya que ahora mismo el precio del crudo de referencia en Estados Unidos está en negativo y por debajo de los 46 $, una vez conocido que la OPEP ha sufrido un incremento de la producción por países que están fuera del acuerdo de reducción de dicha producción. Lo que deja más claro es que hay problemas dentro de la propia organización para tener una voz única y unos intereses únicos, así que sigue habiendo mucho miedo a que un continuado descenso del precio del crudo obligue al acuerdo a saltar por los aires y de repente se suba la producción de forma brusca porque todos los países integrantes de dicho pacto buscan recuperar su cuota de mercado al grito de “sálvese quien pueda”.
Dentro de la Reserva Federal, la atención no está tanto en ver si sube los tipos de interés, algo que está muy aceptado ya por el mercado porque los futuros sobre fondos federales lo descuentan sl 94%, si no ver si hay más detalles de lo que piensan hacer con la hoja de balance y si hay fechas para el comienzo de ese movimiento que, recordemos, se cataloga como una subida de tipos extra. Los componentes más visibles de la Fed no está muy preocupados porque consideran que el mercado reaccionó muy poco a los primeros comentarios sobre este movimiento, así que consideran que el mercado está avisado de este movimiento desde hace mucho tiempo.
Las promesas de Donald Trump vuelven otra vez a la palestra ya que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a potenciar la madre la mesa un plan para poder eliminar las restricciones a las que se enfrentan los grandes bancos para que puedan desarrollar su actividad, entre los que se encuentran reducir la severidad de las pruebas de esfuerzo o también quitarle poderes a la oficina de protección al consumidor financiero. Esto se acerca mucho a eliminar la imposibilidad de operar con dinero propio a los bancos comerciales, lo que ha ayudado a que el sector bancario consiga ponerse a trabajar en deshacer un hombro cabeza hombro que nos estaba preocupando muchísimo.