Las bolsas europeas acaban la sesión prácticamente planas y con comportamiento mixtoA finales de 1996, rememoran los analistas de UBS, Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal (Fed), advirtió sobre la “exuberancia irracional de los mercados”. Y ahora, parece que de nuevo las valoraciones de la bolsa han llamado la atención de la actual líder del banco central estadounidense, Janet Yellen, quien a mediados de julio advirtió sobre las mismas.
Pero, opinan estos expertos, “sin cambios en la política monetaria, estos comentarios afectan muy poco a las perspectivas de la renta variable. Con Yellen aún centrada en alcanzar el pleno empleo, los inversores deberían ver a la Fed principalmente como un apoyo para la recuperación de la economía y la bolsa estadounidense”.

Además, añaden desde UBS: “Las cifras de PIB del segundo trimestre que conocimos la semana pasada harán poco para cambiar el comportamiento de Yellen en el corto plazo, y la mejora del impulso económico debería seguir apoyando a los activos de riesgo como las acciones”.
En el pasado, al igual que ahora, el discurso de Greenspan sobre la “exuberancia irracional se produjo en un momento en el que las empresas tecnológicas de Estados Unidos estaban al alza y la renta variable, en general, alcanzó un valor de 15,7 veces sus ganancias previstas (…) Sin embargo, las palabras del entonces presidente de la Fed se demostraron prematuras: los mercados subieron durante tres años más tras sus declaraciones”.
Para los analistas del bróker suizo los comentarios de las autoridades monetarias podrían ser importantes si, posteriormente, trajeran consigo un endurecimiento de sus políticas, pero... “Greenspan prefirió tratar con las consecuencias del colapso de una burbuja que pincharla él mismo (…) mientras que el enfoque actual de Yellen en el empleo sugiere que también prefiere mantener una política monetaria laxa, incluso si con ello corre el riesgo de que se creen una burbuja de activos, en lugar poner en peligro la creación de puestos de trabajo”.
Con todo, la firma reconoce que “esto no significa que estamos diciendo que las valoraciones de los activos de riesgo sean baratas”. De momento, cotizan por ligeramente por encima de sus promedios históricos, y cuando esto es así: “otros factores (como el rendimiento económico y el rendimiento de las ganancias corporativas) son más importantes”. Y, por ahora, “ambos son fuertes”, como lo demuestra el PIB de Estados Unidos y la actual temporada de presentación de resultados del S&P 500, que ha traído consigo un incremento de los beneficios del 9% de media.
Además, añaden, “aún hay una gran cantidad de dinero en efectivo fuera del mercado a la espera de mayor rentabilidad en los activos de riesgo (…) algo menos del 30% de los activos invertidos de UBS Wealth Management están en liquidez”, señalan. Si bien, al mismo tiempo reconocen que “tras las subidas de los últimos cinco años, los inversores deben esperar menores retornos de la renta variable. Pero sin valoraciones extremas, ni exuberantes. Con un crecimiento del PIB 'en camino', una Fed acomodaticia y efectivo esperando... ahora no es el momento para que los inversores se dirijan a la salida”.
“TODAVÍA HAY UN LUGAR PARA LA ESPERANZA” EN EL IBEX 35
Con todo, el regreso de los fantasmas de la crisis de deuda de la Zona Euro, de la mano del banco portugués BES, y las tensiones geopolíticas, siguen pesando en el ánimo de los inversores. Así, las bolsas europeas cierran la jornada del lunes prácticamente planas, aunque con signos mixtos (por ejemplo, el Cac 40 francés y el Ftse 100 británico consiguen subir; pero no así el Dax alemán).
Por su parte, el Ibex 35 cede un 0,17% hasta los 10.496,2 puntos. Destaca José María Rodríguez, que el selectivo español ha vuelto a marcar un “nuevo mínimo de creciente” y se encuentra a las puertas del soporte que le confieran los 10.420 puntos.
Siempre que este no se perfore, indica, cabe la posibilidad de que el índice vaya a buscar la primera resistencia, en los 10.707 puntos. “Por el momento, está aguantado”, destaca Rodríguez, “todavía hay lugar para la esperanza”, concluye.