La crisis golpea otra vez a Grecia, pero ahora en forma de política. Los enfrentamientos políticos del nuevo primer ministro del país, Alexys Tsipras, la troika y Alemania, están barriendo al mercado heleno. ¿Llegarán a un punto de encuentro? Estas son las claves, para Grecia, Europa y para los propios inversores.

¿Qué ha provocado Grecia en el mercado?
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los cuatro principales bancos griegos registraron ayer caídas de su cotización de un 25% de media, lo que borró 12.000 millones de capitalización

- El principal índice de la bolsa griega, el Athex Composite ha perdido un 15% en esta semana, desde que Syriza venciera en las elecciones generales. Además, desde los máximos de 2014 de marzo,pierde un 50%

athex


- la prima de riesgo sube 200 puntos básicos esta semana y en apenas cuatro meses ha recuperado todo el terreno perdido desde 2013

prima de riesgo griega


- salida de unos 10.000 millones de euros de los depósitos de Grecia. 3.000 millones salieron en diciembre y aproximadamente 8.000 millones en enero. Las salidas de diciembre fueron dominadas por mayores transferencias de clientes corporativos, mientras que las transferencias de enero han sido principalmente en efectivo por clientes domésticos. Esta salida de 10.000 millones supone la pérdida de un 6% de los depósitos de todo el sistema bancario griego en dos meses

- Además, las consecuencias de la tragedia griega ayer traspasaron las fronteras que hasta ahora parecían mantenerse en pie. España fue el país europeo que más sufrió y la banca cerró la sesión con caídas superiores al 3%. Además, el Ibex 35 perdió los 10.500 puntos, que le daban soporte para saltar hasta los máximos de 2014, en los 11.200 puntos. Y, es que, se teme que movimientos políticos afines a Syriza, como Podemos, puedan crear situaciones similares si llegan al poder.

Comparación índice Athex vs. Ibex 35:
indices


¿Qué necesita Grecia?
- La revisión de la troika- La confrontación con la troika es posible que retrase aún más la reestructuración de los préstamos de la UE.

- Perspectivas de una línea de crédito de precaución – pues el rescate dura hasta febrero. Después de eso, Grecia necesitaría un respaldo para facilitar la emisión de deuda, dada su considerable déficit de financiación.

- Suavizar las condiciones de devolución de la ayuda - que probablemente tomaría la forma de prórrogas de los vencimientos de los préstamos de la UE y reducciones de tasas de interés. Si bien esto es una concesión que, al final, puede facilitar la resolución de este punto muerto, ambas posiciones actualmente parecen bastante lejos el uno del otro.

- La inclusión de Grecia en el programa de QE soberano del BCE. Pero el BCE tiene actualmente el 33,8% de la deuda griega y por lo tanto las compras dentro de un programa QE no podrían comenzar de inmediato, incluso si se cumplen las demás condiciones. Sin embargo, después del 20 de julio y de que venzan entonces 3.500 millones de bonos en poder de los bancos centrales (BCE y bancos centrales de los países europeos), su tenencia de bonos se reduciría al 30,8% y pondría estudiarse su inclusión en el QE

- La continuación de la exención actual de las garantías que los bancos griegos publican en el BCE, que expira a finales de febrero.


¿Qué está dispuesta Europa a dar?
- “La troika estaría dispuesta a ampliar plazos de vencimiento de la deuda, mientras que veo difícil que acepten una quita. Aunque bajar los tipos y aumentar los plazos es como hacer una quita al final, por lo que una parte y otra podrían estar satisfechas con esto”, cree Álvaro Blasco, de ATL Capital.

- Y, en última instancia, José Lizán, de Auriga SV, afirma que “si Grecia radicaliza su postura, a Alemania no le temblaría el pulso a la hora de expulsarla del euro”. Ahora bien, esto traería consecuencias graves para una y otra parte. Los acreedores, Unión Europea + FMI, “tendrían que provisionar las deudas de Grecia a cero”; y, por el otro lado, Grecia “sí que ganarían una competitividad brutal con la devaluación del dracma, pero tardaría unos dos años en regenerarse después de un shock inicial tremendo. Además, que sus deudas con el euro se triplicarían por la devaluación de sus divisas”.

¿Qué deben hacer los inversores?
Aquí depende de la salud de su corazón. Si es un inversor conservador y tranquilo, mejor huir de todo lo que huela a Grecia. Se evitará grandes sustos a corto y medio plazo. Sin embargo, a largo, para los que tengan vocación de inversor avezado, el premio Nobel de Economía Robert Shiller se tira a la piscina aconseja ¡¡comprar renta variable griega!! Los expertos consultados, que suelen asesorar al tradicional inversor español más conservador, se llevan las manos a la cabeza, pero Shiller tiene sus motivos para recomendar esto pues, aunque a corto plazo puede provocar ‘infartos’, “el precio de las acciones griegas está por debajo de todo lo que he visto en EEUU y siguiere una inversión espectacular”.

Además, desde Morgan Stanley también se muestran optimistas con las oportunidades que brindan estas caídas en los banco griegos. Desde la casa de análisis americana comentan que las actuales cotizaciones de la banca griega, de apenas 0,3-0,4 veces su valor en libros, se sitúan muy por debajo de su estimación, próxima a las 0,9 veces su valor en libros. Esta valoración supondría un potencial de revalorización próximo al 100% en las acciones de bancos como Eurobank, National Bank of Greece y Piraeus Bank. Y todo porque descuentan que la ayuda europea seguirá fluyendo a Grecia.