Por un lado, la cotización del oro está disfrutando de su mejor semana del año, mientras que Apple está luchando por mantenerse por encima de los 550 dólares por acción.

En cuanto al oro
, teniendo en cuenta su lugar en la historia y que viene de marcar máximos el año pasado, es difícil cuestionar si está caro o barato. Según Ignacio Albizuri, de Fx Pro, el oro, que, repunta por encima de los 1.600 dólares la onza. “sigue siendo refugio para los inversores que invierten en oro directamente pero, el oro sin entrega u ‘oro papel’ hay que tener cuidado porque es muy especulativo”. No obstante, considera que “volverá a zonas de 1.700-1.800 dólares”. Por ello, “es un buen momento para entrar de cara a una semana o dos, ya que hay soportes de largo plazo que han hecho que el precio pare y forme suelos”. Por tanto, desde niveles actuales de 1.627 dólares, tendría aún un potencial de revalorización entre un 4,48%-10%. Sin embargo, de cara a más largo plazo, “si pierde los 1,620 dólares, habría que habría que huir del activo”, aconseja Roberto Moro, de Apta Negocios.

Sin embargo, el aspecto técnico de Apple invita a pensar “que lo va a seguir haciendo bien”, dice Miguel Méndez, director de Big Capital Deal. De hecho, los tres grandes consensos (FactSet, Bloomberg y Reuters) sitúan el precio objetivo de sus acciones por encima de los 700 dólares. En concreto, el consenso de Reuters cree que cada mordisco de la manzanita podría valer 708,09 dólares (26% de potencial de revalorización), el de Bloomberg lo sitúa en 732 dólares (30,25%), y el de FactSet, lo dispara hasta 739,50 (31,58%) dólares.

Si comparamos, queda claro que, de momento, Apple ofrece más fiabilidad y potencial de revalorización que el activo refugio por excelencia, el oro, aunque no hay que perder de vista que es una acción, por lo tanto, el riesgo siempre va a estar presente.