Tras un segundo año de pérdidas por valor de 8.000 millones de dólares o, incluso, más, la agencia también quiere darse de baja de los planes de pensiones y el sistema de salud estatal, según informa la CNBC.

Sería necesaria la aprobación del Congreso para cualquiera de estas medidas y ambas podrían encontrarse con una fuerte oposición por parte de los sindicatos.

La oficina postal ha echado a 110.000 trabajadores en los últimos cuatro años y actualmente está en pleno proceso de despedir a 7.500 administrativos. El descenso del correo como consecuencia de Internet y la disminución de la publicidad debido a la recesión han sacudido a la agencia.

US Postal Service afirma que no serán capaces de hacer frente a un pago de 5.500 millones de dólares para cubrir los costes de salud de futuros empelados. Es la única agencia federal que tiene que hacer este pago, pero debido a la compleja forma en la que las finanzas públicas se cuentan, la eliminación haría que el déficit fiscal pareciese mayor de 5.500 millones de dólares.

Si el Congreso no actúa y continúan las pérdidas actuales, la oficina de correos no será capaz de hacer frente al pago a finales de septiembre, ya que habrá alcanzado su límite de endeudamiento y no tendrán más dinero para pagar, según ha comunicado la propia agencia.

En ese caso, el director general de correos, Patrick Donahoe ha dicho que “nuestra intención es continuar entregando el correo, pagar a nuestros empleados y pagar a nuestros proveedores."

Los funcionarios de correos han solicitado la asistencia del Congreso en repetidas ocasiones durante los últimos años, incluidas las solicitudes para acabar con el envío del correo los sábados. Varios proyectos de ley se han propuesto pero no se han tenido en cuenta.