Tal y como les informábamos ayer al cierre de Wall Street
, parecía que una de las “excusas” que se había tomado el mercado para corregir era el mal dato de China de PMI, que mostró su lectura más baja desde diciembre de 2008, aunque sigue por encima de la zona de 50 puntos. En concreto, el índice de servicios bajó hasta 51.5 – desde el 52.5 previo- y el de construcción a 61, desde los 62.6 puntos anteriores. Un indicador que todavía está en expansión pero cuya paulatina reducción es muestra clara de la desaceleración de la economía del país y del frenazo que están sufriendo las economías emergentes al calor del fin del QE en Estados Unidos.

De hecho, los expertos de Morgan Stanley reconocen que es interesante ver cómo la correlación entre el bono de USA a 10 años y los emergentes “se ha roto. Es decir, el mercado ha ido éstos y, aunque el yield del bono baje, está centrado en el daño ya hecho por el tapering en el crecimiento global”.

Ver evolución del Yield bono a 10 años frente a emergentes. Fuente: Bloomberg
Bono 10 años USA y China


Además, el deterioro en el sentimiento de riesgo “incrementó la demanda del yen, que se apreció a su máximo de dos meses, en los 101 dólares”, explica Alex Treves, director de renta variable para Japón. Ese es uno de los motivos que ha motivado la pérdida de más del 4% que ha experimentado el Nikkei.

Eso sí, dice John Ford, CIO de Fidelity en Asia Pacífico que las economías asiáticas “se han recuperado varias veces de shocks temporales – tanto económicas como políticas – y es importante recordar que el crecimiento asiático posiblemente siga siendo mayor al del mundo desarrollado, principalmente debido a una mayor productividad, una demografía favorable, mejor gobierno corporativo y unos balances relativamente fuertes en todo el espectro de compañías”. Un escenario que no será ajeno a la volatilidad aunque “es en estos momentos de pánico cuando algunas de las mejores oportunidades de compra aparecen”.

Evolución de los índices a 3 años. Fuente: Banca March

Ïndices atres años


De hecho, dice Treves, que “mientras los activos de riesgo sigan siendo volátiles, vemos la actual corrección como una oportunidad, y nuestros analistas están promoviendo de forma activa ideas de compra a los gestores de fondo”. El inversor “de abajo a arriba” que discrimina por empresas y que es paciente, puede encontrar señales alentadoras de cambio sobre el terreno.