Mide la tasa de viviendas que se han empezado a construir en el último mes. Es un indicador sustancial del mercado inmobiliario. Provee una visión de la demanda del mercado de bienes raíces.
La inversión en vivienda residencial tiene un efecto de onda expansiva en toda la economía en general que es mucho mayor que su contribución directa al PIB. Esto se debe a la cantidad de mano de obra y al número y volumen de productos implicados en la construcción y el amueblado de una casa. La inversión en vivienda tiene por tanto un importante efecto en la economía.
Dos factores que influyen en el sector de viviendas son los tipos de interés y la demografía. La Reserva Federal tiene el poder para estimular o amortiguar la actividad de construcción y venta de viviendas. Cuando el crecimiento económico amenaza con disparar la inflación, la Fed puede intentar ralentizar el “boon” aumentando el tipo de préstamo. Por el contrario, si la economía no va bien, la Fed a menudo actúa estimulándola y rebajando el tipo de interés, lo que refuerza la demanda y la construcción de viviendas.
La vivienda es uno de los primeros sectores en caer antes de una recesión y uno de los primeros en salir de la recesión. Es por tanto un indicador adelantado.
Aunque las estadísticas de las otras etapas del proceso de construcción son informativas, el titular del informe de construcción de nuevas viviendas es el número de viviendas iniciadas. Wall Street se centra en las residencias unifamiliares porque las cifras de los edificios de viviendas múltiples son más volátiles. El número de viviendas unifamiliares iniciadas por lo general representa casi el 80% de todas las viviendas iniciadas privadas. Esta estadística puede ser la medida máxima de la confianza del consumidor, y como la actividad del consumidor representa más del 70% de la economía total de EEUU, el número de viviendas unifamiliares iniciadas merece la atención que recibe. El mercado de vivienda es un indicador excelente de la actividad del ciclo económico.
La inversión en vivienda residencial tiene un efecto de onda expansiva en toda la economía en general que es mucho mayor que su contribución directa al PIB. Esto se debe a la cantidad de mano de obra y al número y volumen de productos implicados en la construcción y el amueblado de una casa. La inversión en vivienda tiene por tanto un importante efecto en la economía.
Dos factores que influyen en el sector de viviendas son los tipos de interés y la demografía. La Reserva Federal tiene el poder para estimular o amortiguar la actividad de construcción y venta de viviendas. Cuando el crecimiento económico amenaza con disparar la inflación, la Fed puede intentar ralentizar el “boon” aumentando el tipo de préstamo. Por el contrario, si la economía no va bien, la Fed a menudo actúa estimulándola y rebajando el tipo de interés, lo que refuerza la demanda y la construcción de viviendas.
La vivienda es uno de los primeros sectores en caer antes de una recesión y uno de los primeros en salir de la recesión. Es por tanto un indicador adelantado.
Aunque las estadísticas de las otras etapas del proceso de construcción son informativas, el titular del informe de construcción de nuevas viviendas es el número de viviendas iniciadas. Wall Street se centra en las residencias unifamiliares porque las cifras de los edificios de viviendas múltiples son más volátiles. El número de viviendas unifamiliares iniciadas por lo general representa casi el 80% de todas las viviendas iniciadas privadas. Esta estadística puede ser la medida máxima de la confianza del consumidor, y como la actividad del consumidor representa más del 70% de la economía total de EEUU, el número de viviendas unifamiliares iniciadas merece la atención que recibe. El mercado de vivienda es un indicador excelente de la actividad del ciclo económico.
