- ¿Cuál es la fiscalidad de las acciones cotizadas?
- Las acciones a través de un fondo de inversión
- Ejemplo de fiscalidad de las acciones cotizadas:
¿Cuál es la fiscalidad de las acciones cotizadas?
A las acciones cotizadas se les aplica un tipo progresivo, que será del 19% para los primeros 6.000 €, del 21% entre 6.000 € y 50.000 €, del 23% entre 50.000 € y 200.000 €, del 27% entre 200.000 € y 300.000 y del 28% para todas las rentas que excedan esta última cuantía.
Se trata de la misma fiscalidad que se aplica a otros productos financieros, desde acciones a bonos pasando por fondos de inversión. Uno de los pocos productos que tiene un tratamiento fiscal diferente es el de los planes de pensiones. Por tanto, si inviertes en un plan de pensiones de deuda pública, realmente tendrás una fiscalidad diferente. Pero, si lo haces de forma directa mediante letras o bonos o bien a través de un fondo de inversión de esta tipología deberás pagar en función de la regla anterior que acabamos de poner.
Principio del formularioLas normas fiscales no contienen reglas especiales para regular la tributación de las acciones cotizadas, por lo que para determinar su tributación se deberán encajar las rentas que originan en las distintas categorías de rendimientos de capital mobiliario que se contemplan en la ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Las acciones a través de un fondo de inversión
Se puede invertir en productos como las acciones mediante o a través de un fondo de inversión de renta variable. En este caso, la fiscalidad se pagaría o bien cuando el propio fondo reparta los beneficios obtenidos por estas inversiones y el ahorrador reciba ese dinero en la cuenta. O bien, cuando el inversor retire su inversión recibiendo los beneficios generados por la misma.
En cualquier caso, la tributación es la misma tanto para los beneficios recibidos en las acciones como en los fondos, solo cambia el momento de pagar. En las acciones se debe tributar siempre que se venda una acción, aunque con esos beneficios o pérdidas se usen para comprar otra. Mientras que, en los fondos, se pueden hacer transferencias entre fondos y solo se pagaría cuando se retiren las participaciones y se ingrese el monto en la cuenta bancaria.
Es importante saber que las pérdidas pueden ser compensadas con las ganancias en nuestra declaración del IRPF. Para ello, lo mejor es contar con la ayuda de un asesor fiscal que utilice los datos de inversión acorde a la legalidad para reducir nuestra factura fiscal y optimizar la tributación.
Ejemplo de fiscalidad de las acciones cotizadas:
Juan compra 1.000 euros en las acciones de la empresa FGH a un precio de 5 euros cada acción. Por tanto, Juan recibe 200 participaciones de la empresa. Al cabo de tres años, Juan no ha vendido sus títulos y no ha tenido que tributar por ellos, pero en el año número 4 decide venderlos cuando el precio ha subido a los 8 euros por acción. Juan recibe 1.600 euros, por tanto, debería tributar por los 600 euros de beneficio obtenido.
Con la norma actual, pagaría el 19% de 600 euros, que serían 114 euros. Así, su beneficio neto sería de 486 euros tras haber pagado impuestos.
Es importante saber que solamente se tributa por los beneficios no por el total invertido. En el ejemplo anterior se ve fácilmente. Juan pagaría por los rendimientos que su inversión le ha generado, no por el total que ha invertido.
La fiscalidad, como se ha mencionado antes, es la misma para todos los productos de inversión, salvo para los planes de pensiones. Aun así, siempre es fundamental tomar en cuenta la parte fiscal porque resulta determinante para conocer nuestra rentabilidad real.
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