Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, está abrumado por una obsesión en los últimos tiempos. Ya desde antes de la salida de Twitter a bolsa ha intentado igualar con escrupuloso mimetismo la funcionalidad que desempeña la empresa de microblogging, con el objeto de conseguir acaparar más cantidad de usuarios y, lo más importante, incrementar su nivel de facturación en los siguientes