La fuerte subida exprimentada por el precio de los bonos, y la consiguiente caída de su rentabilidad, puede estar proporcionando un suelo a las bolsas para que reboten.
Los inversores están destinando todo su dinero a los bonos y dejando de lado a las acciones, tras las fuertes caídas de estos últimos días.
Los gestores de fondos, que habían abierto posiciones netas largas en el S&P 500 hasta alcanzar un récord histórico de 190 mil millones, ya habrán cubierto o cancelado la mayor parte de esa enorme cantidad a juzgar por la velocidad de las caídas de los índices bursátiles.
El sentimiento de los inversores está alcanzando lecturas de extremo miedo, hecho que revela que los inversores ya han descontado un escenario recesivo.
En la sesión de hoy vimos como el S&P 500 rebotó hasta el 3.183, pero al llegar a ese nivel se giró a la baja. Y en el siguiente tramo a la baja no perforó los mínimos previos, marcado durante la sesión matinal en el Globex.
De acuerdo con todo lo anterior, vamos a considerar como escenario más probable que durante los próximos dos días el S&P 500 intente dirigirse a la zona de resistencia de los 3.220. Creemos que será un rebote dentro de una tendencia bajista de corto plazo.
Aún no tenemos pruebas de que la tendencia bajista haya concluido.
El FED no dejará que el S&P 500 descarrile la buena marcha del consumo privado estadounidense. Esta es la razón por la que muchos inversores creen que lo más probable es que el FED recortará el tipo de interés de los fondos federales, prolongará las inyecciones de liquidez vía “Repos” más allá del mes de abril y que finalmente, si es necesario, intervenga directamente comprando ETF´s, al igual que el Banco de Japón.
“If this stock market reversal is due exclusively to the virus, then why is United Healthcare down far more than SPX?” , ha escrito Jeffrey Gundlach, CEO de DoubleLine Capital y "rey de los bonos" de Wall Street, en un correo electronic dirigido a Scott Wapner de la CNBC.
Gundlach cree que el mercado está cayendo más porque está asimilando una probabilidad superior al 50% de que Bernie Sanders obtenga la nominación demócrata paras las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo mes de noviembre.
En mi opinión, es un poco exagerado porque la nominación de Bernie hace más probable una victoria de Trump, a quien los inversores ven con buenos ojos.