Pongamos un caso en el que la posición que hemos tomado, conlleva una pérdida de 400€, por ejemplo. En la siguiente posición lo que intentaremos hacer es recuperar esa pérdida, como sea. ERROR, como no será una estrategia válida, sino que estará condicionada por la pérdida anterior, lo más probable es que cerremos ésa misma con pérdidas nuevamente.
Por otro lado, si la posición que cerramos es con ganancias de 400€, lo que nos va a suceder es que vamos a tener un ego tan grande que en la siguiente posición nos vamos a permitir el lujo de jugárnosla un poco más. ERROR, ya que volverá a ser una estrategia condicionada.

Otro ejemplo de error en la operativa es el siguiente:
Tomamos una posición con un stop a 200€ de pérdida y una posible ganancia de 400€. Los precios caen y llega al nivel de stop loss, con lo que deberíamos cerrar la posición, pero no lo hacemos, nos creemos adivinos y “sabemos” que los precios van a recuperar. No lo hacen e incurrimos en mayores pérdidas, poco a poco, manteniendo finalmente esa posición con unas pérdidas tremendas. Si pasa lo contrario, vamos ganando 150€, pasa a 200€, luego a 250€, luego a 300€, no cumple el objetivo de 400€ y empieza a bajar, +280€, +250€, +200€, +120€, preocupados por perder esa ganancia, ¿qué es lo que hacemos?, cerrar la posición. ERROR, ya que lo más probable es que los precios vuelvan a recuperar y lleguen a alcanzar el nivel en el que esa posición habría supuesto una ganancia de 400€. Mi consejo con esto es ser consecuentes con nuestra operativa.

Ambos son errores de indisciplina básica, siempre digo en el máster, universidades, ponencias y cursos que cada posición que tomemos tiene que ser la primera y la última, sin excepciones. No podemos estar pensando en mañana, o ayer, siempre en el ahora. Llevo gestionando equipos casi 10 años y siempre he preferido a una persona sin formación y disciplinada, que a una persona con toda la formación del mundo, pero completamente indisciplinada.
A la hora de realizar una estrategia de mercado, ya sea de corto, medio, o largo plazo tendremos que pensar en el día a día y no intentar conseguir nuestro objetivo en el primer día.

Imaginad un muro de piedra hecho con ladrillos, empezamos nuestra gestión en enero y queremos cumplir con nuestro objetivo de rentabilidad. Si queremos construir ese muro, deberemos hacerlo colocando cada día un ladrillo, no todos a la vez. Día a día intentaremos colocar ese ladrillo de la mejor manera posible, lo mejor que podamos, eso hará que al finalizar el año, a lo mejor no hemos acabado el muro, pero la parte que llevemos construida estará correcta, si no, se derrumbará.

Desde otro punto de vista, posición a posición, lo que tenemos que hacer es tener un ratio riesgo-rentabilidad que nos sea siempre favorable. Por ejemplo, en las posiciones que tomemos tendremos que tener la posibilidad de perder un 2%, para ganar un 4%, esto hará que de cada 10 posiciones que tomemos con que hagamos 4 bien ya cubriremos las pérdidas de las otras 6 y las comisiones de las 10.

Un error muy común también en la operativa es mantener un error cometido. En ese caso estamos cometiendo dos errores, el segundo más importante que el primero. Si tomamos una posición y nos damos cuenta de que hemos cometido un error al realizarlo, entonces lo que tenemos que hacer es deshacer la posición de manera inmediata, nada de “voy a mantener la posición que seguro que recupera pronto” porque seguro que no lo hará, e incurriremos en mayores pérdidas aún.

A la hora de gestionar posiciones, lo primero que debemos hacer es buscar el nivel de stop, será así como encontraremos cuál es nuestro máximo riesgo, e inmediatamente podremos buscar nuestro posible nivel de take profit, para saber el objetivo de esa posición.

Tenemos que buscar nuestro modo de operar y nuestra estrategia fiable. Por fiable no quiere decir que sea buena, o que vaya a tener éxito, sino que es con la que más cómodo nos vamos a sentir. Es como tener un sistema automático en nuestra cabeza y seguirlo siempre.

Para que os hagáis a la idea, entre el 70% y el 80% de las pérdidas que tenemos en bolsa, son por errores que cometemos que ni si quiera sabemos que cometemos. Entiendo que sabiendo que eso son errores, dejaríamos de cometerlos, lo que se traduce en una disminución importante del número de posiciones perdedoras.


Perder dinero en bolsa es muy fácil, más que ganarlo, pero se puede ganar y, para ello, hay que trabajar.