IntroducciónUn año de récords en la bolsa española tenía que traducirse en un año de récords en el mercado de Warrants: nunca antes los beneficios de las empresas cotizadas habían sido mayores, ni mayores habían sido los dividendos entregados, ni se había contratado más de 1 billón de euros en bolsa; además, desde hacía 8 años, el índice Ibex-35 no registraba una subida como la de 2.006, un 31,79%. Tampoco antes se habían contratado tantos Warrants, casi 3.000 millones de euros, un 35% por encima de 2.005, ni se habían admitido a cotización tal cantidad de Warrants o se había dado la posibilidad de acceder a una mayor cantidad de activos subyacentes como en 2.006.Pese a que los Warrants permiten la obtención de plusvalías tanto en mercados alcistas como en bajistas, y a pesar de que es en estos últimos donde los resultados positivos pueden ampliarse debido a la alta volatilidad que suele acompañar los descensos de la renta variable, es en los primeros donde los inversores españoles en Warrants se sienten más cómodos, lo que se refleja en las cifras de contratación.Sin embargo, durante 2.006 se produjeron alzas de volatilidad en los Warrants emitidos sobre compañías envueltas en procesos de fusión o absorción, lo que dibujó un escenario adecuado para la operativa en este producto.No sólo los inversores acudieron con fuerza al mercado de Warrants, sino que diferentes emisores decidieron comenzar, o retomar, su actividad en el mismo, lo que supuso una oferta de Warrants, por número total y por activos subyacentes cubiertos, no vista hasta la fecha en España. Estos cambios en la oferta no tuvieron efecto alguno en la distribución de la cuota de mercado. Si cabe, afianzaron la posición de liderazgo de Société Générale, que pasó de contratar el54% del total de los Warrants en España en 2.005, al 62% en 2.006.