La realidad es que la respuesta a la pregunta vale mucho más de un millón y nadie la sabe a ciencia cierta. Eso sí, los recursos invertidos en resolver la pregunta han sido incontables. Es indudable que gran parte de los inversores sueñan con comprar a precios de derribo y poner la bandera a un precio, es decir, vender en máximos. No conozco a nadie que lo haya hecho. 

A lo máximo que podemos aspirar es a acompañar tendencia y salirnos cuando ha mostrado signos de cansancio. Para realizar este ejercicio existen multitud de herramientas e indicadores que nosotros utilizamos a diario y que la tecnología pone al alcance de cualquier inversor minorista que muestre un poco de interés.

El planteamiento del ejercicio es sencillo. En primer lugar, tenemos que conocer que tendencia estamos tratando. Los indicadores no son universales y, en función del marco temporal, algunos tendrán mayor validez que otros. Es decir, si usted analiza una tendencia primaria o de largo plazo no puede ignorar los indicadores económicos que tendrán un papel protagonista. Si, por el contrario, trabaja en el medio plazo, los resultados empresariales son la clave. Si, se centra más en el corto plazo, los niveles y los indicadores técnicos, es la única herramienta que le puede ayudar..

 

S&P 500 en gráfico semanal con rupturas de tendencias primarias o de largo plazo, Rango de amplitud medio en porcentaje y oscilador MACD

En segundo lugar, una obviedad, tendrá que tener bien identificada la tendencia actual, es decir, alcista o bajista. En el análisis técnico, uno de los principios básicos de la Teoría de Dow lo deja bien claro, una tendencia permanece vigente hasta que es sustituida por otra. De esta manera, mientras la serie de precios presente máximos / mínimos crecientes, la tendencia es alcista y esta circunstancia no cambiará hasta que el precio construya máximos / mínimos decrecientes y tengamos una tendencia bajista.

Ahora llega lo complicado. Las tendencias, al igual que los ciclos económicos, no siempre nos dejan una lectura clara y, cuándo las dudas son mayores, es cuando tenemos que decidir si damos por finalizado o acabado un movimiento. Es decir, son innumerables las rupturas falsas de mínimos y de directriz alcistas que te pueden sacar de una tendencia alcista. De la misma manera, en sentido contrario, son incontables las rupturas falsas de directriz bajistas y máximos que te pueden llevar a dar por finalizada una tendencia bajista.

 

Ibex 35 en gráfico diario con diferentes directrices alcistas, Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación

Estas dudas se multiplican por el ruido del mercado cuando trabajamos a corto plazo. Sin embargo, cuando nos alejamos y trabajamos a medio / largo plazo, las dudas en los giros de mercado son menores. De esta manera, hay que tener claro que nuestra fiabilidad dependerá en primer lugar del marco temporal con el que queramos trabajar.

Ahora, para ir finalizando, la forma de reducir las dudas y acumular puntos a nuestro favor tendremos que apoyarnos en otros indicadores. Por citar algunos de los que más usamos y con alguna pequeña descripción:

El volumen / la actividad. Si la ruptura de una directriz bajista viene respaldada por volumen, mucho mejor. Por el contrario, si se pierden mínimos y directrices alcistas y no aumenta la contratación, manténgase alerta que la ruptura puede ser más fiable.

La volatilidad. Si la volatilidad se mantiene bajo control dude de las rupturas de las tendencias alcistas, espere confirmación. Sin embargo, si el precio rompe máximos y la volatilidad se hunde, confíe en el movimiento.

La amplitud. Si el movimiento es mayoritario, es decir, si se extiende a la mayor parte de las acciones mejor que si solo se ha extendido a unas pocas cotizaciones. Pida confirmación al resto de mercado.

Las divergencias, las encuestas de sentimiento, los indicadores de posicionamiento, las encuestas empresariales… son otras de las herramientas con las que trabajamos en la zona premium.