Manuel Pérez, consejero delegado de Española del Zinc, asegura que la cotización de la compañía “está absolutamente penalizada(…), teniendo en cuenta que es una sociedad que está cambiando en base a un proyecto nuevo que se va a construir(…)”. Asegura que Española del Zinc “debería valorarse por sus fundamentales” y no por aspectos “especulativos” Pérez insiste en que “los fundamentales de esta sociedad son de una altísima rentabilidad que podrían llevar a la acción a no parar aquí -2,40 euros-“.
 
El responsable de la firma confía en el éxito de la ampliación de capital porque “está basado en la realidad de un proyecto que generará una sociedad completamente distinta a la que era Española del Zinc, con unos resultados diferentes a cualquier sociedad con procedimientos tradicionales en el refino del Zinc”.
 
El consejero delegado de Española del Zinc asegura que “hemos estado negociando con una serie de inversores que ya están interesados –en acudir a esta ampliación de capital-, tienen fe y confianza en el proyecto y están muy interesados en ser accionistas en el futuro”. Sin embargo, Manuel Pérez, destaca que aún no está definido el capital que podrían llegar a cubrir esos accionistas, aunque se muestra confiando en que se alcanzarán los objetivos marcados en una ampliación, que se "cubrirá por completo",  aunque en el caso de que eso no ocurra, Pérez destaca que “el proyecto contemplará una financiación con fondos propios, subvenciones y apalancamiento(…). Aspectos que están contemplados para un proyecto de altísima rentabilidad”, destaca. En cualquier caso, -continúa- “la ecuación financiera es la correcta”. Pérez también recuerda que la compañía dispone de los fondos complementarios que generó la venta de una finca en Cartagena, donde se ubicaba la vieja factoría “y que fueron vendidos a una sociedad por 142 millones de euros”.