El movimiento del dólar a la baja podría ser favorecedor para las empresas con exposición a EEUU, pero hay que tener presente un posible softlanding. De hecho, ya lo decía Yellen.
 
No hay que olvidar que se ha producido la mayor caída de la producción industrial en Japón desde 2011, lo que devuelve el fantasma de la recesión.


Los catalizadores son complejos porque no hay crecimiento sólidos de BPA y los PER medios europeos se acercan a los 16x, incluso algunos valores del sector consumo incluso cotizan por encima de 26x, niveles exigentes.
 
Sacamos a Telefónica de cartera hace un año debido a su exposición a Brasil. El relevo de Alierta por Álvarez-Pallete es un cambio natural y no debe variar en absoluto las expectativas de Telefónica. En cuanto al negocio, hay ciertas mejoras de sus cifras en España, aunque le ha penalizado la exposición al exterior. Tenemos un precio objetivo cercano a 14 euros por acción. Si el momentum de Telefónica sigue siendo positivo, valor hay.
 
Llevamos sobreponderando las telecos dos años y últimamente hemos hecho caja en Orange que nos ha dado muy buenos resultados. Telecom Italia puede ser una buena opción, ya que está siendo tentada a ser opada por Vivendi.
 
En cuanto al sector siderúgico, no entendíamos la caída agresiva del sector. Entendemos el exceso de producción y algunas ineficacias, pero en el caso de ArcelorMittal, hemos visto que ha ido vendiendo activos. Aun así, el sector no tienen una visibilidad como para sobreponderarlo, pero hace mes y medio incluimos en la cartera modelo a Glencore.
 
Sería especialmente cuidadoso con los bancos porque en este entorno de tipos negativos es complicado que sean solventes, aunque no en el caso de Sabadell, que lo hemos incorporado a la cartera intentando sacar partido a la mejora del momentum.

El mercado está minimizando los aspectos como los atentados de Bruselas, los disparos en el Capitolio, el secuestro ayer del avión de EgypAir o el Brexit.
 
Declaraciones a Radio Intereconomía