Probablemente dará un mensaje tranquilizador pero el problema “es que los mercados miran hacia delante. Parece más sostenidos por lo que el impacto final de la reunión será menor y la tensión se mantendrá hasta la reunión de septiembre”.
Será ahí cuando realmente el organismo “de un paso significativo para comenzar a normalizar muy lentamente la política monetaria, reduciendo las compras de activos por lo que esperamos que la decisión de los mercados se acentúe”.
En cuanto a la reacción de los mercados en verano, Campuzano reconoce haberse equivocado pues “esperaba un mes de agosto más complicado. Esa argumentación de esperar más tensión se apoyaba en la próxima reunión de la FED en septiembre, la caída de los emergentes, mayor incertidumbre sobre el crecimiento – especialmente en Asia pero también en Europa- y porque en ese mes tenemos tensiones políticas pendientes en Italia, con posibilidad de expulsión de Berlusconi del Senado, reforma del sistema de pensiones, elecciones en Alemania….factores que, de alguna manera, invitaban a pensar que tendríamos más tensión”, reconoce en Radio Intereconomía. Según nos acerquemos a septiembre “veremos una cierta corrección frente a las subidas que hemos visto en estas semanas, que han sido difíciles de entender en este contexto”-
Simplemente los mercados en verano tienden a sobreactuar y “hemos visto unas subidas que nos se corresponden con la realidad del escenario”. Es cierto que los datos de la segunda mitad del año no serán tan positivos. “En algunas economías incluso los datos son peores de lo esperado con lo que hay mucha incertidumbre y es difícil augurar que lo peor ha pasado. Podemos hablar de una cierta consolidación, crecimiento plano, pero eso no es muy positivo”. En USA estamos viendo resultados que han dejado bastantes preguntas sobre todo por la parte de ingresos en la segunda parte del ejercicio. “Creo que el mercado tiene que ajustar a la baja las previsiones de resultados de Europa y USA en la segunda mitad del año”-