La deuda europea de nuevo en el punto de mira. La coyuntura que se plantea en Europa es que “o seguimos aprobando planes de asistencia para cada Estado – modelo que gusta poco – o el BCE compra activos y carga su balance para en el futuro, cuando la situación vaya mejor, ir vendiendo”, reconoce Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter en Radio Intereconomía.

Esta última medida “es la que finalmente saldrá adelante. Una versión que implica asumir riesgos inflacionistas superiores y eso tampoco gusta, especialmente a Alemania”. Sin embargo, este experto asegura que entre deuda segura e inflación “es preferible lo segundo porque los emergentes serguirán metiendo presiones deflacionistas y es posible que finalmente esa inflación no se materialice”.

Y eso parece que es lo que están descontando los mercados “que los bonos son los que tienen riesgo porque la inflación hace que éstos pierdan valor”. Eso sí, al “reflejarse el deterioro de las expectativas es bueno para las compañías porque un poco de inflación engorda la parte alta de la cuenta de resultados”. Es un movimiento mejor para las compañías “que para los bonos y el mercado lo refleja así”.

En cuanto a la deuda de Estados Unidos, Forcada admite que “ya van por el Quantitative Easing 3 después de que Bernanke haya confirmado que si no se soluciona la situación se plantearía meter más dinero, metiendo más presión y forzando a la economía para que haya movimiento”. Medidas que nos llevan a un mejor escenario para las bolsas “pero conviviendo con otro de crecimiento muy delicado de gestionar”. El director de análisis de Bankinter indica que si las cosas no salen según lo esperado “probablemente habrá que subir tipos e impuestos, y eso será más perjudicial”.

Entre sus recomendaciones, Forcada elegiría “aligerar algo de países emergentes. No bajarse de ellos sino mantener la exposición sin incrementarla”. Se fijaría en aquellas economías más dinámicas y menos evidentes “como Corea y Japón, que están doblando su ritmo de dinamismo y, para aquellos que quieran asumir más riesgo, tomar posiciones en Europa con nombres seleccionados como Siemens, Man o algún banco europeo porque por precio, si la economía sigue su curso, el atractivo empieza a ser evidente”.

En España, por precio se pueden hacer cosas pero hay que seleccionar. Este experto reconoce que el momento small caps no ha llegado “tendríamos que estar en una fase lanzados del ciclo para poder acceder a eso”.