La petición fue realizada tras conocerse un informe de la Unión Europea dónde se apreciaban las grandes diferencias existentes entre los países miembros.Los comerciantes reclaman que desde la Unión Europea se pase de las palabras a los hechos y se incluya dentro de la normativa de la comunidad la regulación de las comisiones que imponen las entidades Visa y Mastercard en el pago con sus tarjetas de crédito.Las entidades emisoras, en mejor posición, negocian con los bancos las comisiones impuestas. Los perjudicados son finalmente los consumidores que soportan más altas comisiones en sus compras.Las acuerdos tácitos entre Visa y Mastercard, perjudican al sector del comercio minorista. Un claro ejemplo es la desventaja que implica para las pequeñas tiendas el modo de cálculo de las comisiones que pagan las pequeñas tiendas por el pago de tarjeta.Sin embargo, desde las asociaciones de consumidores, defienden la posición del consumidor final. Una reducción en las comisiones pagadas por los comerciantes acabaría siendo soportado por los usuarios ya que desde las entidades de crédito no estarían dispuestos a reducir sus ingresos.