La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha decidido mantener sin cambios significativos su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de crudo para este año y el siguiente, a pesar de las tensiones comerciales y geopolíticas que podrían afectar al mercado. Esto se desprende de su boletín mensual de junio, en el que el cártel anticipa un crecimiento interanual de la demanda mundial de petróleo para 2025 de 1,3 millones de barriles diarios (mb/d), alcanzando un total de 105,13 mb/d. Esta cifra se mantiene inalterada con respecto a la evaluación del mes anterior, mostrando confianza en que el consumo global seguirá siendo impulsado por la fuerte demanda del sector de la aviación y la movilidad vial.
En el mismo sentido, la OPEP prevé un crecimiento sólido en la demanda mundial de petróleo para 2026, con un aumento interanual de alrededor de 1,3 mb/d, llegando a un total de 106,42 mb/d.
En cuanto a la oferta de petróleo, la OPEP estima que los países ajenos al cártel aumentarán su producción en unos 810.000 barriles al día en 2025, alcanzando los 54,01 mb/d. Para el año siguiente, se espera un ligero descenso en este incremento, con una revisión a la baja de la expectativa de crecimiento a unos 730.000 barriles al día, lo que supone 70.000 barriles menos diariamente de lo estimado previamente.
La OPEP destaca en su análisis mensual que la economía mundial ha superado las expectativas en el primer semestre de 2025. Se han observado datos alentadores en países como India, China y Brasil durante el primer trimestre, mientras que en Estados Unidos se ha mantenido un crecimiento sólido y la eurozona ha experimentado un modesto repunte en comparación con el año anterior.
La organización prevé que la sólida base establecida en el primer semestre de 2025 brinde soporte y suficiente impulso para un segundo semestre igualmente sólido. Sin embargo, advierte que la tendencia de crecimiento se moderará ligeramente a medida que avancen los trimestres.
A pesar de la incertidumbre comercial existente, la OPEP confía en que las medidas de estímulo anunciadas, como las destinadas a fomentar el consumo en China y el apoyo fiscal en Alemania y Estados Unidos, contribuirán a compensar parte de los posibles obstáculos que puedan surgir en el panorama económico global.


