La deuda pública española sigue subiendo y subiendo. Es uno de los grandes males de la pandemia: el mayor endeudamiento de las administraciones ante los costes económicos derivados del impacto del Covid19. Ayudas públicas de todo tipo, desde ERTEs al apoyo financiero a las empresas, que van bajando hasta las Comunidades Autónomas o los Ayuntamientos con el grueso en el Estado. Pero las cifras no engañan: ahora cada más superamos un récord. Y esa deuda quedará para las generaciones futuras en niveles muy por encima de lo que produce el país.
Es sin duda el gran desequilibrio, junto con el déficit desbocado, de la administración española. La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas se ha convertido en una gran bola de fuego que de momento, no se va a parar. Toda ayuda, subsidio o refuerzo económico no presupuestado se lo apunta el endeudamiento, que no olvidemos, luego habrá que pagar.
Si entramos en números del Banco de España, la deuda pública en noviembre, con los últimos datos en la mano, alcanza los 1,313 billones de euros, con un ratio de endeudamiento, siempre referenciado al PIB que ronda el 118,7% del PIB, medio punto más ya de lo estipulado por el gobierno en los presupuestos para el cierre de 2020, el 118,2% de la riqueza nacional. Es por cierto la misma cifra que baraja el FMI que acaba de corregir a la baja en cinco puntos la previsión anterior. (Nota: la ratio sobre PIB se alcanza con la referencia del plan de presupuestos que el Gobierno mandó a Bruselas para todo 2020, 1,105 millones de euros).
Fuente : Banco de España
En el último año ese endeudamiento se ha elevado en nada menos que 124.606 millones de euros, un 10,5% más frente a hace un año. Concretando más, en el último mes el incremento, frente a octubre es de 6.562 millones, con lo que a cada español, de ese incremento, nos tocarían 138,45 millones. En total esos 1,313 billones de euros, un nuevo máximo histórico que supera el anterior por 4.500 millones.
Cifras que marean y que nos colocan ante la disyuntiva de cómo se comportan en esta vertiente cada una de las administraciones. Por ejemplo, la parte del león, la del Estado que alcanza los 1,167 billones de euros, 4.372 millones más. Sube también en el caso de las autonomías en 1.530 millones, hasta superar los 304.200.
En el caso de la Seguridad Social el montante se eleva hasta los 85.354, con 8.250 millones y las corporaciones locales son las únicas que han reducido su endeudamiento. Lo han hecho en 763 millones, hasta los 22.701. Recordar además que si hacemos la suma de cada una por separado es posible que no coincida con el total, por las duplicidades a veces en la contabilidad de los préstamos.
Y todo esto no queda aquí. Seguirá subiendo, aunque en menor medida según a quien miremos. El siempre optimista Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado espera que con la llegada de los fondos comunitarios la ratio deuda PIB baje hasta el 117,4% del PIB en 2021 mientras que el FMI espera que crezca hasta llegar al 118,9% de la riqueza nacional española.
Previsiones de deuda pública en España con y sin vacuna
Aunque hay varios factores que no nos ayudan. El primero, la falta de control de muchas de las partidas presupuestarias que siguen creciendo exponencialmente, el segundo, el retraso en la llegada de los fondos, de los que recordemos parte son ayudas directas pero otro montante son préstamos que hay también que devolver. Y el tercer factor, y quizá el más importante, la capacidad de la economía española para reponerse y volver a crecer a buen ritmo.
Con la llegada de la tercera ola y los cada vez más profundos problemas de las vacunas puede que se cumpla más la expectativa de crecimiento del FMI, del 5,9% en 2021 que la del Gobierno que ya parece muy engordada, el 9,8% al cierre del ejercicio actual. Y esa será diferencia entre seguir sumando al porcentaje de endeudamiento o restarlo.
Además mientras tanto desde la instituciones se sigue pidiendo al Gobierno de España un paquete de reformas estructurales necesarias para acometer la nueva tarea a partir de ahora: reducir ese nivel récord de apalancamiento que nos puede pasar una doble factura si vienen mal dadas en años venideros.
De momento con lo que no hay problema es con la colocación de la deuda a corto plazo: el 30% la compra, en su ya famosa válvula de escape, la política ultraexpansiva de compra de bonos comunitarios, el Banco Central Europeo que sigue haciendo de soporte económico a la Eurozona. Unos 330.000 millones de euros en bonos y obligaciones del Tesoro español, para controlar la prima de riesgo de nuestro país.
El gran problema, por negro que se vea el nivel de deuda pública ahora, se plantea en un horizonte de futuro. Su progresión en los próximos años, claramente incierta si no se controla en los próximos ejercicios con especial atención, al convertirse España, ya de facto en la cuarta más endeudada de la Unión Europea y una de las mayores del mundo, como reconocen los expertos de EAE Business School.