La divergencia entre las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal Estadounidense (FED) siguen teniendo un claro efecto en la divisa del viejo continente.

Así, desde máximos del año pasado, el euro cae un 25% hasta el nivel actual, situado en torno al 1,05. Además, una vez que se ha puesto en marcha el QE europeo, ambas divisas podrían alcanzar la paridad en seis meses, según Goldman Sachs. Esta situación no ocurre desde 2002.



Pero los expertos de la entidad financiera van más allá y creen que en doce meses, es decir, en marzo del año que viene, el cambio entre las dos monedas podría estar en 0,95. La tendencia bajista no pararía ahí y, en opinión de estos analistas, el EURUSD podría cotizar en 0,85 a finales de 2016 y en 0,80 a finales de 2017.


De hecho, creen que la caída de la moneda europea con respecto al dólar podría aumentar esta misma semana, si cambia el tono del comunicado de la FED, cuyo comité se reúne el martes y el miércoles.

En una nota que publicaba David Kostin el pasado viernes y que también reseñan en la BI, el estratega de Goldman Sachs afirmaba que la evolución del dólar es uno de los aspectos que más preocupan a los inversores.

En su opinión, la fortaleza del dólar tendrá efectos en aquellas compañías con alta dependencia de las ventas fuera de
Estados Unidos. Por eso desde la firma aconsejan invertir en cotizadas cuyas ventas se produzcan en su mercado doméstico.

Los Indicadores Premium muestran que el EURUSD está en fase bajista.

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