Durante más de dos décadas, estos vehículos han brindado a los inversores una forma económica, líquida y transparente de acceder a una amplia gama de clases de activos. Cuando vieron la luz hace más de veinte años, los ETFs aportaron a los inversores nuevas cotas de transparencia y diversificación, entre otras ventajas. Sin embargo, la creciente complejidad de los ETFs y los productos a menudo relacionados con ellos han impedido mantener este nivel y han abierto la puerta a nuevos riesgos en estos productos.

Los críticos con los ETFs han cuestionado si la legislación actual garantiza a los inversores conocer en profundidad lo que están comprando, así como los riesgos y costes asociados con estos productos. El sector tiene mucho trabajo que hacer para luchar contra estas críticas. Entre otras cosas, debe desarrollar nuevos marcos normativos que aborden cuestiones tales como la transparencia y los rápidos cambios que se producen en el mercado.

El informe ViewPoint adjunto contiene información sobre la historia y la estructura de los ETFs, resume cuestiones que han suscitado debates recientemente y describe cinco propuestas de reforma de la legislación y los mercados para mejorar el sector de los ETFs.

Las reformas que proponemos son las siguientes:

1) Definición clara de la estructura y objetivos de inversión de los productos. Si bien todos los ETFs comparten algunas características, la etiqueta “ETF” se ha convertido en un cajón de sastre en el que se meten muchos productos con una amplia gama de diferentes estructuras.

2) Información frecuente y puntual sobre todos los activos en cartera y las exposiciones. Del mismo modo que los inversores deberían entender la estructura de cualquier producto cotizado que estén comprando, también deberían entender en qué invierte el producto. Para tal fin, los proveedores deberían estar obligados a difundir información clara sobre la cartera en la que invierte el producto y cualquier otra exposición financiera que éste tenga.

3) Normas claras para la diversificación de las contrapartidas y la calidad de las garantías. Además de para los requisitos de información, se deberían establecer normas sobre la exposición a dichas contrapartidas y sobre la calidad de las garantías aportadas por ellas. Como se menciona en el informe adjunto, cada legislación tiene su propio enfoque de la exposición a las contrapartidas. Primero analizamos la exposición a contrapartidas en general y después abordamos las mejores prácticas en materia de swaps y préstamo de valores.

4) Publicación de todas las comisiones y costes de gestión, incluidos los abonados a las contrapartidas. Los inversores deberían conocer a la perfección todos los costes e ingresos asociados a cualquier fondo que compren para que puedan calcular claramente el “coste total de propiedad” de un ETF. Actualmente, la mayoría de las páginas web de los proveedores de ETFs publica la cifra de gastos operativos de un fondo, a menudo denominada ratio total de gastos o TER (por sus siglas en inglés). Recomendamos normas internacionales homogéneas que determinen qué comisiones o gastos adicionales están incluidos (o excluidos) del TER, lo que permitiría al inversor entender el verdadero coste total derivado de la compra de un producto cotizado.

5) Notificación universal de transacciones para toda la operativa de renta variable, incluidos los ETFs. Una de las razones por las que muchos inversores han dado la bienvenida a los ETFs es que pueden operar durante todo el día en una bolsa reconocida. Sin embargo, en varias jurisdicciones existen normas diferentes sobre la notificación de operaciones en una Bolsa. Una de las mayores iniciativas legislativas tanto en los EE.UU. como en Europa es trasladar toda la negociación extrabursátil de derivados a una Bolsa con una cámara de compensación central. El objetivo es reducir el riesgo sistémico y aumentar la transparencia. Del mismo modo, los ETFs deberían estar sujetos a unos requisitos de notificación de operaciones normalizados.