La clave del mercado es la volatilidad. Sólo hay que ver las vueltas que dio ayer Wall Street condicionada por las noticias de resultados empresariales que, a pesar de ser buenas, no han dado sorpresas positivas. Las previsiones no son malas pero la inestabilidad persiste. Ahora el detonante serán los tipos de interés que pueden llegar a tocar techos así como los indicios de moderación del crecimiento, condicionados en gran medida por los primeros. Y también veremos cierta volatilidad en el mercado monetario.