Desde que tocara máximos del año el pasado 10 de octubre, en los 53,10 dólares por barril, el precio del barril de Crudo Ligero ha caído más de un 14,61%. En las últimas sesiones se ha abaratado a marchas forzadas. La última puntilla la recibió ayer tras conocerse que las reservas de petróleo de Estados Unidos subieron la semana pasada 14,4 millones de barriles hasta situarse en 482,6 millones.

Los inversores han perdido la confianza en que el petróleo pueda encarecerse porque la OPEP alcance un acuerdo de recorte de producción. Tras la última reunión informal de productores del pasado fin de semana, la concordia parece haberse roto. Es comprensible que Irán, tras años de bloqueo, quiera seguir dándole a la máquina de obtención, mientras que Arabia Saudí, el productor con los costes más bajos, no le importe reducir la producción para quitarse de en medio a competidores como EEUU.
 
En este impase el petróleo ha tocado zonas de 45 dólares y la línea de precio se ha ido rápidamente por debajo de las medias de 14 y 40 sesiones, con una volatilidad que ha ido en aumento, como se puede ver en los indicadores técnicos premium.
 


Será clave que recupere los 50 dólares por barril para ver nuevamente neutralidad en el precio, pues este nivel ha funcionado como zona de resistencia en anteriores meses. Además, si pierde los 45 dólares, perforará la directriz alcista que lleva vigente desde comienzos de año.