En julio la fuga de patrimonio fue de apenas 413 millones de euros respecto a junio, muy inferior a los más de 3.500 millones que los partícipes de estos productos de ahorro e inversión decidieron ese mes destinar a otros fines.

En septiembre de 2007 los fondos de inversión comenzaron a acusar la crisis económica y financiera y las problemas de liquidez de particulares y empresas, con descensos que rozaron el 30% en el otoño de 2008.

El origen de este descenso patrimonial obedece en esta ocasión al recorte experimentado por los fondos de renta fija en euros, que se redujeron el 20,9%, un ritmo que no se veía desde septiembre de 2003. El resto de categorías de fondos, por su parte, incrementó su patrimonio el 7,3%.

La tradicional preferencia por productos conservadores y nada sofisticados ha acusado también los problemas de liquidez de los partícipes, ya que los saldos de los depósitos a la vista de las familias -que incluyen cuentas corrientes y de ahorro-, crecieron el 4,9% en julio, muy por debajo del ritmo de aumento de los meses anteriores.