En medio de señales de recesión económica y tensiones globales, los inversores están buscando refugio en activos seguros, y los metales preciosos, en particular el oro, están captando la atención. El último informe mensual de Degussa, el destacado distribuidor independiente de metales preciosos, arroja luz sobre las tendencias actuales en el mercado y la creciente relevancia de los metales preciosos en el panorama económico actual.

A pesar de los máximos históricos alcanzados por los mercados financieros, las alarmas sobre la sobrevaloración de las acciones y la inminencia de una recesión económica continúan sonando. Además, las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad han surgido a raíz de iniciativas como las de Open AI, y conflictos políticos en diferentes partes del mundo están aumentando la incertidumbre. En este contexto, los inversores están explorando activos que ofrezcan resiliencia y estabilidad.

Los metales preciosos, como el oro, están emergiendo como refugios seguros para los inversores. El informe de Degussa destaca que se espera que el oro y otros metales preciosos mantengan su tendencia alcista tanto a corto como a largo plazo. Esta proyección se basa en una serie de factores, incluida la alta deuda en comparación con la producción económica real, un indicador que ha precedido crisis históricas. En este escenario, el oro se presenta como una inversión más segura que las acciones, ya que su desempeño tiende a ser menos afectado por procesos de desapalancamiento.

Un dato particularmente interesante del informe es que, según un modelo calibrado en 2019, el oro ya ha comenzado a superar a las acciones a principios de 2022, y esta tendencia podría persistir a medida que avance la situación económica. Este hecho sugiere que los inversores podrían beneficiarse al asignar una parte de sus carteras a activos respaldados por oro, como una forma de protegerse contra la incertidumbre y la volatilidad.

El informe también aborda la posible recesión en los Estados Unidos y cómo la dependencia de políticas fiscales para estimular el crecimiento puede conllevar riesgos, como la inflación persistente y la estanflación. Para los inversores, entender las fases de una recesión y cómo los activos se desempeñan en cada una de ellas es esencial. Según los datos históricos, el oro ha demostrado ser un activo de diversificación y estabilización durante períodos de inestabilidad económica, superando tanto a las acciones como a las materias primas.

En resumen, el informe de Degussa subraya la creciente importancia de los metales preciosos, en particular el oro, como refugio seguro en un mundo económico y político incierto. Los inversores están considerando seriamente la asignación de activos hacia el oro como una estrategia para protegerse contra la volatilidad y la incertidumbre que prevalecen en los mercados globales. Con la incertidumbre económica en aumento, el brillo del oro como un activo refugio seguro está destinado a perdurar.