La victoria del partido ‘radical’ Syriza –como ha sido calificado por muchos en los últimos tiempos- celebra mañana, 25 de febrero, un mes de su victoria en las elecciones generales griegas. ¿Qué ha pasado desde entonces?


La Bolsa de Atenas tocó mínimos en los días posteriores llegando a retroceder hasta un 12% si se compara con el viernes anterior a los comicios o más del 16% si la caída se mide desde máximos anuales. A día de hoy, sin embargo,
el índice Athens Composite se encuentra ya recuperado del susto, un 5% por encima del nivel al que cotizaba entonces.

Los bancos han sido, sin lugar a dudas, los más penalizados de la situación de incertidumbre actual que vive Grecia, a pesar de que nadie –al menos públicamente- se atreve a reconocer que ve al país heleno fuera de la zona euro. “Las negociaciones acaban de comenzar para tratar de negociar el programa griego y nuestro temor es que se pueda producir un contagio a otros países de Europa”, comentaba Armel Coville, analista y gestor de Estrategia de Oddo Asset Management, introduciendo otro tema a considerar de cara a los próximos meses y no es otro que el contagio a otros países, entre los que sobresale -por el lado de las preocupaciones- Italia.

En el último mes, de los bancos griegos cotizados, dos de ellos se han recuperado con fuerza de la incertidumbre. Es el caso del National Bank of Greece que ha subido más de un 14% desde el 25 de enero y otro 20% se anota Attica Bank.

El tercer banco por volumen de activos del país, Piraeus Bank, es el más penalizado y no parece tener visos de recuperación en el corto plazo pues ha perdido desde entonces un 23% de su valor en bolsa (*no aparece en el gráfico).

Alpha Bank acumula una caída del 9,3%, mientras que Eurobank Ergasias consigue mantener el nivel previo a la convocatoria electoral de enero, aunque con ligeras pérdidas del 2%.

GRÁFICO COTIZACIÓN 25/01–24/02/2014 BANCA GRIEGA (FUENTE: BLOOMERBG)
BANCO GRIEGOS. BLOOMBERG


Mientras tanto los principales índices bursátiles de Europa ha remontado el vuelo, aunque por debajo del rebote heleno. Tanto el Dax Xetra como la bolsa española se anotan una revalorización superior al 3% desde el pasado 25 de enero.

¿Y qué hay de los bancos españoles?BBVA ha aprovechado tanto el rally de las últimas cuatro semanas que es, por el contrario, el valor más alcista con una subida del 10,92%. Por detrás, pisando de cerca se encuentra Bankinter, que roza una revalorización del 8%.

El Banco Santander consigue aumentar su valor un 2% en la bolsa española a pesar de Grecia y de, fundamentalmente, la ampliación de capital por valor de 7.500 millones que anunciara a comienzos de enero.

A Caixabank, sin embargo, no le ha sentado demasiado bien el asunto griego pues es la única entidad nacional en terreno negativo, con una corrección superior al 3%.

Bankia y Popular suman cerca del 4% y el Banco Sabadell se coloca ligeramente por debajo de este porcentaje.


EXPOSICIÓN A GRECIA
¿Quién ha salido corriendo? ¿Y quién falta por salir? HSBC parece ser una de estas últimas. Esta semana hemos conocido que el banco, afectado por otros escándalos relativos a cuentas ‘en B’ en su país de origen, es la entidad extranjera con mayor exposición a Grecia. Entre acuerdos financieros y créditos, en total ha declarado tener allí más de 6.000 millones de euros aún, sobre un total de 46.000 millones de euros que mantienen los bancos extranjeros en su conjunto. Por detrás se sitúa Royal Bank of Scotland cuyo balance cuenta con la segunda mayor exposición de una entidad europea a la deuda griega.

Del posible y futuro “contagio” hablan también los analistas de JP Morgan señalando a “Italia como el principal país afectado” en caso de que este se produjese.

Este lunes Citi reconocía en un informe “la fuga de depósitos” que están viviendo en las últimas cuatro semanas los bancos helenos y que representa ya “un tercio de la salida de depósitos observada en Grecia entre los años 2010 y 2012, cuando se redujeron en un 37%”.

DEPÓSITOS GRECIA


La firma de análisis cifra este porcentaje en unos 15.000 millones de euros desde el inicio de 2015 como dinero saliente del país y que se eleva hasta los 20.000 millones de euros si se contabilizan las salidas desde el pasado mes de noviembre, justo el momento previo a los intentos fallidos de elegir nuevo presidente y la final convocatoria de elecciones anticipadas en Grecia.

El volumen total de depósitos manejados por la banca griega ascendería, en estos momentos, a los 140.000/145.000 millones de euros tras la sangría del 12%/15% que habrían provocado las entidades extranjeras.

A medio plazo, sin embargo, podría continuar esta salida paulatina de la Acrópolis dado que los riesgos permanecen en el horizonte. Según Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, habría que considerar “dos elementos: el primero de ellos es que la deuda griega no es sostenible, dado que se necesitaría un crecimiento y superávit fiscal durante un periodo sostenible en el tiempo, una disciplina muy fuerte en tema fiscal. Es un escenario demasiado optimista. El segundo elemento a considerar es que la salida de Grecia de la eurozona no es una circunstancia que los gobernantes quieran, tampoco los ciudadanos” con lo que podría surgir una ‘salida a medias’ creando una nueva divisa que fuera empleada en el consumo diario de los griegos.

Si hablamos de países, Alemania y Francia han sido históricamente los más expuestos a la deuda helena, aunque han tomado cartas en el asunto desde el estallido de la primera crisis griega en 2010. Los bancos franceses han reducido los préstamos a Grecia desde los 57.000 millones de euros a los que ascendían en el año 2011 a los actuales 1.800 millones. Por su parte, las entidades germanas han cortado a la mitad el grifo de los anteriores 23.800 millones a los declarados 13.500 millones de euros a cierre de septiembre pasado.

La exposición de las entidades estadounidenses es superior a la francesa y ligeramente inferior a la alemana, con 10.600 millones destinados en préstamos.

Según datos elaborados por el BIS (Banco Internacional de Pagos) la exposición de los bancos a las instituciones financieras helenas asciende a 77.000 millones de euros, muy por debajo de los 250.000 millones de euros a los que ascendía hace cinco años y de los 126.000 millones de finales de 2011.