Después de un año de caídas generalizadas en la renta variable y con la mayoría de fondos perdiendo dinero, ¿cree que 2019 va a ser más positivo para las bolsas al estar ya descontado en precio las peores previsiones económicas?

Nadie se imaginaba que iba a ser tan difícil y tan complicado el 2018. Ha sido prácticamente imposible ganar dinero salvo alguna Bolsa emergente en moneda local como Brasil o Rusia. Con tipos de interés tan bajos la renta fija no ha servido como colchón, una cartera diversificada lo tenía muy difícil para generar retornos positivos.

También es cierto que llevábamos varios años muy buenos, así que en cierto modo no es irracional pensar que un año puede ser tan malo como 2018, después de cuatro años consecutivos con rentabilidades razonables.

Así que 2019 ahora mismo todo el mundo está muy pesimistas. En general el consenso del mercado es bastante pesimista. Posiblemente las cosas cambien.

Ha habido cuatro motivos por los que 2018 ha sido tan malos. Persisten pero alguno ha mejorado.

En la Guerra Comercial parece que la tensión está bajando, aunque el caballo de batalla de la propiedad intelectual sigue estando ahí. El mercado lo ha tomado bien.

En cuanto a la subida de tipos de la FED, tras los datos que afirman la ralentización económica parece que el mercado está descontando que quizá no haya subidas de tipos de interés en 2019. Eso el mercado lo ha tomado con optimismo.

Respecto al Brexit las opciones están totalmente abiertas y China, el otro motivo, que sigue desacelerándose. Veremos qué pasa con eso.

Ha mejorado un poco el sentimiento del mercado pero sigue habiendo elementos en el horizonte muy importantes y la volatilidad será un elemento a tener en cuenta.

¿Cuál es el escenario macroeconómico que manejan? ¿Ven desaceleración en la economía mundial?

Todos vaticinan una ralentización generalizada en la economía. Hace unos días, en el Foro de Davos, la presidenta del FMI pronosticaba que el crecimiento mundial se iba a reducirse en dos décimas. Principalmente en Alemania y Francia. Pero al final, es una sensación no demasiado agresiva. No estamos hablando de recesión en ningún caso. Ni para este año ni para el que viene.

Pero todo esto tiene implicaciones y los tipos de interés van a estar parados, en modo expectativa. En EEUU a lo mejor suben una vez, como mucho y en Europa se puede retrasar hasta más allá de 2020. Eso da cierto aire al mercado.

Las rentabilidades va a costar ganárselas y va a haber que pelear euro a euro. Un año complicado similar a 2018 aunque el tono es mejor.

Son una gestora que apuesta por los mercados emergentes y uno de los temas que está encima de la mesa es la ralentización de la economía china. ¿Es un año para ir a contracorriente y apostar por China?

Apostar por China no es ir a contracorriente. Eso debe ser algo standard. Es una economía que pesa un montón a nivel mundial y en toda cartera debe haber algo de China. Nosotros invertimos en negocios, no no apostamos por países. Buscamos en tendencias a largo plazo en Emergentes, sobre cambio demográficos, en la productividad, en el número de gente incorporada en el mercado laboral (la ONU estima que para 2030 va a haber 750 millones de personas que se van a incorporar al mercado laboral por primera vez). En China va a ver de todo esto.

En China hay negocios que no nos gustan nada. En nuestro fondo de Emergentes, que el año pasado lo hizo espectacularmente bien, 5 puntos mejor que el índice de referencia, no compramos bancos chinos (es un sector totalmente intervenido por el Gobierno y no importa el accionista. Lo que importa es que sea un mecanismo para reactivar la economía). Como inversores queremos que las acciones gananen dinero. Por lo tanto, compañías que son propiedad del Gobierno las dejamos de lado, porque no hay una alineación clara de intereses.

Tecnología en China, en general no nos gusta, porque la visibilidad de beneficios es muy reducida.

¿Qué nos gusta? Compañías de consumo básico. De primera necesidad. Tenemos una compañía que se llama Yum China, que tiene la exclusividad de la distribución de KFC, TacoBell y PizzaHut. Estos restaurantes están creciendo en China como la espuma. Incluso hay gente que se casa en el KFC…

¿Creen que los emergentes más endeudados como Argentina o Turquía van a seguir sufriendo con el alza del dólar?

Esos países son muy vulnerables y les puede hacer daño cualquier cosas. El dólar, la bajada de las materias primas, corrupción… En general son delicados. No tenemos nada en Argentina y prácticamente nada en Turquía. Son economías que nos dan cierto respeto.

En Emergentes lo que hay que mirar son países que no dependan tanto del sector exterior como Rusia, Venezuela, Sudáfrica, Argentina, Turquía… y buscar países con una demanda interna fuerte y un crecimiento de clase media sostenible y que sus Bolsas tengan compañías que reflejen eso. Porque por ejemplo, en Brasil o Rusia la mayoría de cotizadas son de materias primas y eso no refleja la realidad de la economía.

Compañías que se puedan beneficiar de las tendencias de crecimiento a largo plazo.

El año pasado cayeron menos que la renta variable europea. A largo plazo somos más  constructivos en Emergentes.

Entonces ¿cuál sería su recomendación para el inversor?

Que se deje asesorar. Tener una cartera diversificada y un plan de inversión a largo plazo porque puede haber correcciones a largo plazo.

El inversor que se deje llevar por el pánico va a sufrir mucho este año.

Invertir en fondos de inversión creo que es el vehículo ideal para que un inversor particular construya una cartera a largo plazo. Tenemos un fondo que hemos traído a España hace solo dos años, el Pyrford Global Total Return y que en 28 años solo ha caído dos años. En 2008 hizo un +12%